Por: Embajada de la República de Azerbaiyán en Chile

Azerbaiyán celebra una de las fechas más notables y significativas en su historia.  Hace 105 años, el 28 de mayo de 1918, fue proclamada la República Democrática de Azerbaiyán (RDA), primera república democrática, secular y parlamentaria en el Oriente musulmán. Esta importante página de la historia nacional fue escrita por el patriótico y progresista pueblo azerbaiyano, guiado por su visión de crear un Estado independiente, democrático y secular.

Durante 23 meses de corta existencia, la RDA logró realizar pasos muy progresivos en pos de fortalecimiento del Estado y bienestar del pueblo. Fueron creados principales organismos gubernamentales, el azerbaiyano fue declarado el idioma nacional, fue creado el ejército nacional, el sistema educativo fue nacionalizada, se logró la transición a la jornada de trabajo de 8 horas, se aprobaron leyes democráticas sobre la ciudadanía y sobre las elecciones al Parlamento, cuales establecieron el proceso democrático de las elecciones mediante el voto igualitario, general, directo y confidencial.  La aprobación de los atributos de Estado – himno, bandera y escudo – escribieron una gloriosa página en la historia de Azerbaiyán.

La RDA fue la primera república democrática en el mundo islámico en conceder a las mujeres el derecho de voto y derecho de ser elegido en 1918. También, a RDA, basándose en principios democráticos e igualitarios, otorgó los mismos derechos a todos sus ciudadanos, eliminando diferencias de raza, nacionalidad, religión y desigualdad social.

A pesar de las difíciles condiciones geopolíticas, en menos de dos años de existencia, la RDA logró establecer instituciones democráticas, emprender reformas políticas y económicas, así como finalizar el proceso de construcción del Estado, antes de caer ante la invasión bolchevique.

Por varios circunstancias históricas y geopolíticas la RDA duró solamente 23 meses, antes de pasar a formar parte de la URSS. Pero 70 años después, en 1991, tras de la disolución de la Unión Soviética, Azerbaiyán restauró su independencia y se declaró como heredero de la primera República Democrática.

En 1991 cuando daba sus primeros pasos en el camino de la independencia, Azerbaiyán atravesaba una crisis política, económica y social. Al mismo tiempo, el país se enfrentaba con la política de limpieza étnica de Armenia contra azerbaiyanos y con el problema de Nagorno Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán. Solo con el regreso al poder de Heydar Aliyev en 1993 y gracias a su sabia política se ha puesto fin al peligro de destrucción del país, a las tendencias separatistas y a la guerra civil, garantizando la unión del pueblo. Con la estabilidad social y política, el cese de operaciones militares se ha creado el terreno para reformas más amplias.

El crecimiento de economía se ha multiplicado asegurando la prosperidad y bienestar socio-económica y elevando al país a un nivel de liderazgo regional, merced a la política multidimensional efectuado por el actual presidente Ilham Aliyev.

Hoy, Azerbaiyán es la pieza esencial en la realización de grandes proyectos regionales e internacionales de energía como Bakú-Tiblisi-Ceyhan, Bakú-Tiblisi-Erzurum, Corredor del Sur de Gas, con los cuales mi país desempeña un papel crucial en la seguridad energética de Europa.

Azerbaiyán se ha convertido también en el centro estratégico de infraestructura, con numerosos proyectos en ese sector, entre ellos con el emblemático proyecto de ferrocarril Bakú-Tiblisi-Kars, que reencarna la histórica Ruta de Seda, conectando Europa y Asia y achicando distancias entre continentes.

Los logros fueron seguidos por una victoria histórica en 2020 que resultó con la liberación de nuestras tierras de la ocupación de Armenia y la restauración de nuestra integridad territorial. Esta victoria presenta nuevas oportunidades en los próximos años junto con reformas sistemáticas y sostenibles.

Durante 30 años el pueblo de Azerbaiyán ha atravesado un camino excepcional dentro de un estado soberano, basándose en la determinación de sus tradiciones, el potencial creativo, patriotismo y constructivismo.

La tricolor de Azerbaiyán, heredada de la República Democrática de Azerbaiyán, ondea ahora con orgullo en todos los distritos de Azerbaiyán.

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