La expresidenta de la Convención Constitucional y académica de la Usach, Elisa Loncón, se refirió este martes a la negativa de la universidad para dar a conocer su información académica, acusando “discriminación racial” al exponerla al “escarnio público” y cuestionando que esta situación “¿será por mi apellido?”.

En una conferencia de prensa, Loncón dijo que “la Universidad sigue siendo el espacio para cultivar el conocimiento y para generar la movilidad social”.

“Si yo no hubiera creído eso, si mis padres no me hubieran impulsado, yo sería una cuidadora de niños, tal vez estaría preparando los alimentos en la gran ciudad, en las grandes casas, pero logré esta formación de ser profesora, de ser investigadora, de ser académica y ahí estoy haciendo mi contribución”, afirmó.

En ese sentido, explicó que “toda mi documentación académica es una documentación validada por todas las universidades, incluyendo por la Contraloría General de la República”.

Loncón negó que haya ocultado información académica, indicando que “no es cierto que oculte la información, mis papers, mis publicaciones, mi trabajo, mi trayectoria está en la página de la universidad, en Google Academy y en Academy.edu”.

“Lamento mucho de ser yo la persona que han perseguido. Son muchas las personas que han tenido sabático, pero hay una que lleva los apellidos Loncón Antileo y me han expuesto al escarnio público, ¿será por mi apellido? ¿Por qué a mí?”, cuestionó la académica de la Usach.

“Es un hecho de discriminación racial. Son muchos los académicos que han tenido sabático, pero a la única persona a la que han denostado es a Elisa Loncon Antileo”, remató.

Loncón continuó con su defensa, mencionando que “mi mayor contribución al conocimiento es a partir de mi lengua, de mi investigación en interculturalidad y de recuperar la filosofía mapuche, y bueno, eso es lo que hice en el sabático; terminé de escribir los libros, son tres, fui a diferentes universidades de mucho renombre, en Europa, en América, Oceanía, y dejé muy en alto el trabajo que hace la Universidad de Santiago de Chile”.

Finalmente, arguyó que “por primera vez, en una universidad, seguramente, se debe defender el trabajo académico de una mujer mapuche, y esta universidad tiene el honor de hacerlo”.