Este sábado se cunmple el primer año del gobierno de gabirel Boric y seguramente mucho se escribirá en Chile pero es interesante y más saludable cómo ven este primer año desde fuera del país, por ello reproducimos íntegramente el artículo-análisis de France24 que titula: «Gabriel Boric capotea el descontento en su primer año al frente de Chile»

El sábado 11 de marzo, el presidente Gabriel Boric cumple un año al frente del Gobierno de Chile. Han sido 12 meses convulsos en los que el político ha tenido que luchar contra las altas expectativas y la falta de mayoría en el Congreso, lo que le ha traído fuertes reveses contra sus principales promesas electorales. Con la buena gestión de los incendios estivales y una fuerte agenda internacional ha recuperado popularidad.

Cuando el 10 de marzo de 2022 Gabriel Boric asumió la Presidencia de Chile a los 36 años, todo eran abrazos entre la izquierda chilena, que veía cómo un antiguo líder estudiantil llegaba al palacio de La Moneda. Gabriel Boric había ganado el balotaje frente a José Antonio Kast con un 55% de los votos y una agenda que proponía profundos cambios sociales en el país, laboratorio de las políticas neoliberales.

En aquel momento ya se advertía que el desempeño del gobierno no sería fácil. Sin la mayoría absoluta en el Congreso, Boric tendría que negociar para conseguir la esperada reforma de las pensiones, la cobertura sanitaria universal, el aumento del salario mínimo y el plebiscito para una asamblea constituyente, todas entre sus principales promesas.

Fallos propios del presidente y de su gabinete, así como una feroz oposición de la derecha, pronto demostraron que, efectivamente, el camino iba a ser difícil y que el idilio con el nuevo presidente pronto se iba a acabar incluso entre sus filas. Su último revés, el rechazo a la reforma tributaria con la que el presidente pretendía financiar su programa social. 

El Congreso dice no a la reforma tributaria de Boric 

«Cuando el país comienza a mostrar señales de recuperación, empezamos a salir adelante de una crisis larga, hay un sector que intenta que las cosas no cambien, dejarlas tal y como están (…) Parece que el objetivo de alguno es golpear el Gobierno e impedir los cambios, pero no es al Gobierno a quienes golpean sino a los chilenos y chilenas». Así de contundente se mostró Boric este jueves 9 de marzo ante el último de sus reveses; el rechazo del Congreso a su reforma tributaria.

Ha sido un fuerte varapalo, pues hasta dentro de un año no podrá volver a ser tramitada. Podría intentarlo a través del Senado, pero tampoco allí goza de la mayoría necesaria.

Con ella, Boric buscaba recaudar unos 10.000 millones de dólares en cuatro años, el equivalente a un 3,6% del PIB con el que podría financiar su programa social. Se quedó a un voto de aprobarla y ahora el futuro de sus medidas es incierto.

El analista político José Domingo Sagüés, preguntado por este medio, cree «que se debe desdramatizar lo ocurrido con la Tributaria y se debe atender que al Gobierno le restan tres años para sacar identificar caminos que le permitan sacar adelante su agenda».

«En este escenario, el presidente deberá desplegar toda su habilidad política para administrar de la mejor manera posible las pulsiones de cambio que los distintos sectores que componen su Gobierno tienen, así como hacerles ver, que de una u otra manera la coyuntura social y política del país ha modificado los tiempos e, incluso, ciertas prioridades. Eso hace parte de gobernar», asegura.

Dos reveses políticos y dos cambios de gabinete

El gabinete ministerial que llegará este 10 de marzo no será el mismo que comenzó la andadura 365 días atrás. Por el camino, Boric y su Gobierno han sufrido dos duros reveses que han dado pie a sendos cambios de gabinete.

El primero llegó el 5 de septiembre de 2022. El Gobierno se había volcado en la defensa del voto por el sí para el nuevo texto constitucional nacido de la Asamblea constituyente. Chile votó claramente por el ‘No’ con el 61% de los votos. Un giro radical frente al 78% que votó en 2020 a favor de la escritura de ese nuevo texto.

Con el rechazo se caía uno de los pilares de la campaña presidencial de Boric: un nuevo presidente para una nueva Constitución.

Solo un día después del resultado hubo cambio de gabinete. «Este es uno de los momentos más difíciles que me ha tocado enfrentar políticamente. Y lo sacaremos adelante por los chilenos y chilenas y por Chile», aseguró Boric en aquel momento.

El cambio fue dramático. Salieron algunos baluartes importantes para Boric en su campaña como la ministra del Interior, Izkia Siches, y entraron personas relacionadas con la izquierda tradicional, cercanas a Michelle Bachelet como la exalcaldesa de Santiago Carolina Tohá, frente a quien los líderes sociales como Boric habían sido tan críticos antes de llegar al Gobierno.

Indultos y segunda reforma ministerial

La segunda crisis de Gobierno llegó tras una serie de indultos que provocaron una fuerte reacción de la oposición frente al Gobierno.

El 30 de diciembre de 2022, Boric anunció el indulto a una docena de personas condenadas tras las protestas de 2019. También a un miembro de un antiguo grupo armado que luchó contra la dictadura de Pinochet.

El 7 de enero de 2023 llegó la renuncia de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, tras apenas 10 meses en el cargo. Llegó también la dimisión de uno de sus hombres de confianza, el jefe de Gabinete, Matías Meza-Lopehandía.

“Cuando en la política suceden situaciones de estas características debemos asumir las responsabilidades”, dijo entonces el presidente.

Los movimientos fueron una clara respuesta a las críticas de la oposición y parte de la sociedad. En el caso de Ríos, se adelantaron también a una acusación constitucional por parte de la oposición para forzar su renuncia.

Pero no todo ha sido malas noticias para Boric. 

Una buena gestión de los incendios y otros logros

La imagen del presidente sigue por debajo del 50%, pero parece haber frenado su caída en este inicio del año 2023, en parte gracias a una de esas últimas buenas noticias para él y su gabinete: la gestión de los grandes incendios que han azotado el país en esta época estival.

Ante las 439.000 hectáreas quemadas y los 26 muertos, Boric optó por una rápida declaración de estado de catástrofe, el despliegue permanente de los ministros en la zona afectada, la suspensión de las vacaciones del presidente y su presencia en terreno.

Después de esto, y según la última encuesta Criteria realizada entre los días 23 y 28 de febrero, la aprobación de Boric está en un 39%, aumentando en 6 puntos porcentuales. Pero su Gobierno cuenta también con otros puntos para sacar pecho.

«Contrariamente a lo que se esperaba, con Boric se ha recuperado la majestad del Estado. Se observa en el manejo de la economía. Se ha logrado establecer una disciplina fiscal que no se recuerda desde hace 12 años y por lo tanto los resultados son muy positivos», señalaba a la agencia AFP el sociólogo y analista político Eugenio Tironi. 

El analista político José Domingo Sagüés afirma que Boric «ha logrado llevar adelante medidas -algunas más vistosas que otras- relevantes para la calidad de vida de las personas. Ejemplo de ello es el aumento del salario mínimo a 400.000 pesos chilenos, el mayor alza en los últimos 20 años».

Sagués destaca también «el avance del proyecto de ley para disminuir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, la ratificación del acuerdo de Escazú o la promulgación de la ley TEA, que promueve la inclusión social y la igualdad de oportunidades para personas con Trastorno del Espectro Autista».

«Otro aporte relevante ha sido desmitificar que un Gobierno más bien de izquierda, como el de Gabriel Boric, llevaría a Chile al abismo. Ha sido interesante cómo, a pesar de los errores que se pueden haber cometido, la caricatura que se construyó, en realidad, no era más que eso», añade el analista.

El conflicto mapuche acumula deudas en Chile

En Chile existe un conflicto histórico que también ha heredado este Gobierno: la lucha del pueblo Mapuche y otros grupos étnicos que reclaman como suyas las tierras ancestrales frente al Estado chileno y las grandes empresas.

Antes de la llegada de Boric al Gobierno, este había criticado duramente el uso del estado de excepción para frenar las protestas y conatos de violencia de algunos grupos armados especialmente en las regiones de la Araucanía y el Biobío. Dos meses después de llegar al poder, Boric hizo uso de esta figura que permite el despliegue de las Fuerzas Armadas.

Entonces recibió críticas por traicionar una promesa electoral. En su defensa, la Administración afirmó que el enfoque de activación de la medida era completamente diferente a la de anteriores gobiernos.

Fuerte posición en la arena internacional

En las relaciones internacionales, Boric ha tomado un rol preponderante en la región. Su postura ha sido contundente frente a algunos gobiernos de izquierda como el de Nicolás Maduro en Venezuela o el de Daniel Ortega en Nicaragua, rompiendo en ocasiones la clásica línea de bloques en el continente.

Respecto a Ortega ha tenido una postura clara en los últimos meses, que según explicaba el pasado 20 de febrero para France 24 el analista político Guillermo Holzmann (Conductor de Las Cartas Sobre La Mesa de Infogate.cl), responde a un enfoque en derechos humanos propia del presidente.

“Lo que hace Boric es ser coherente con sus convicciones personales. Eso lo lleva por ejemplo a plantear que en Venezuela se violan los derechos humanos, lo propio también en Nicaragua y por supuesto también en Cuba”, aseguraba Holzmann.

En el caso de Perú, ha criticado la acción de Dina Boluarte y pedido junto a otros dirigentes de izquierda la liberación de Pedro Castillo.

Fuera del ámbito latinoamericano, ha recibido también la visita del canciller alemán Olaf Scholz, que se congratuló de que el chileno aceptara su invitación a formar parte del Club del Clima, una iniciativa que intenta trabajar en la neutralidad climática.