Entre las curiosidades de este cambio de gabinete y en general de todos los cambios de gabinete que deben enfrentar los gobiernos de turno, son las reacciones, consejos y críticas que hacen los diputados, senadores y dirigente políticos (los permanentemente peor evaluados en todas las encuestas) que desde sus poltronas y púlpitos dan sermones pero jamás estos señores y señoras son capaces de hacer una mínima autocrítica al vergonzoso quehacer parlamentario que se traduce en mala calidad de las leyes, episodios bochornosos como el más reciente de la señora Orisini, o que los de corrupción que han protagonizado muchos parlamentarios como los vinculados al caso boletas y facturas ideológicamente falsas en Penta y SQM, no les hacen daño alguno ni siquiera cuestionarse su mal actuar, pero sí sacan sus estiletes para darle con todo al gobierno de turno, que ahora es Boric, pero antes fue Piñera y antes antes Bachelet, es decir estos señores políticos gozan aportillado y encontrando todo malo lo que hace el señor o la señora que está en La moneda, pero eso sí estos personajes no aceptan la más mínima crítica.
En te contexto de total opacidad intelectual y pobre desempeño legislativo, este viernes tras el cambio, muchos parlamentarios salieron a parlotear sobre el cambio de gabinete, a contnuación algunas expresiones de estos señores, los peor evaluados de Chile (el congreso en su conjunto):
El locuaz diputado PS, Daniel Manouchehri -que emite muchos comunicados al día- señaló: «Es un cambio muy valorable. Asumen ministros con una tremenda experiencia y subsecretarios con gran proyección. Es un gran equipo el que se incorpora al Gobierno. Eso es bueno para Chile y confiamos en que lo harán bien. El nuevo equipo tiene la obligación de trabajar con mucha fuerza para mejorar la vida a millones de chilenos”.
En esta misma línea de «consejo» el diputado Republicano, Juan Irarrázaval, sentenció: «este nuevo cambio de gabinete no servirá de nada si el Gobierno no reenfoca su programa y sus prioridades. No se saca nada con hacer modificaciones de este tipo, si no existe un cambio de estrategia o algún grado de autocrítica del Presidente y de su comité político más cercano para enmendar esta deficiente gestión. Esperamos que los nuevos ministros lleguen con ánimo de dialogar, lleguen a consensos más amplios, estén en sintonía con los grandes temas ciudadanos, y que dejen de lado esas ideas refundacionales que la amplia mayoría de los chilenos rechaza”.
Con su ácida critica permanente, el senador PS Fidel Espinoza consideró que el cambio es «absolutamente insuficientes (…) sacan a ministros y ministras sectoriales, entre ellos, un muy buen ministro, como el ministro de Obras Públicas y lamentablemente quedan otros que no cumplieron una gran labor«.
Otro reclamón fue el el minúsculo Partido Liberal que a través del diputado Luis Malla, acusó de desleal al Gobierno pro haber sacado a su ministro Juan Carlos García en el MOP: «que la lealtad sea cada vez menos valorada en la política. Por eso, es que nos hemos convocado a los consejeros y consejeras nacionales para estos fines», pero este señor quejón no dice nada que perdio un ministro pero ganó 2 subsecretarías.
Otro parlamentario asiduo a opinar de todo el diputado UDI Jorge Alessandri dijo que fue un cambio anormal: «Uno ve señales positivas y otras no tanto (…) pero no parece normal o pertinente que se hayan barajado nombres hasta último minuto«.
Por su parte el senador PC, Daniel Núñez tuvo una visión más propositiva: «Hoy más que nunca, como Alianza de gobierno, debemos trabajar duro y eficazmente para cumplir con el programa y así responder oportunamente a las demandas de la gente. ¡Tenemos muchos desafíos!».
Entre las alocadas reacciones se debe considerar lo que dijo Natalia Piergentili, presidenta del PPD y que no tiene ninguna relación con la todapoderosa ministra del Interior la también PPD Carolina Tohá. De hecho Piergentili no ganó con ninguno de sus nombres pero igual se colgó del carro de la victoria: «queda fortalecido el país y, a propósito de las figuras que integran el nuevo gabinete, se fortalece la presencia, experiencia y lo mejor de las dos coaliciones”.
En tanto la presidenta de Evo la ex ministra de Piñera, Gloria Hutt señaló: «Se mantiene el comité político, o sea, el eje ideológico del Gobierno, que ha dificultado las conversaciones para llegar a acuerdos».
Por cierto la infaltable opinón ácida de Pamela Jiles que se fijó en el ministro de Educación: «Ayer antes de mediodía exigí la salida del ministro Avila. Un gobierno que se dice “feminista” no puede mantener un ministro que agrede a una mujer».
Otro que era obvio criticaría es el excandidato presidencial José Antonio Kast: «No es un cambio de gabinete, sino un ajuste insignificante. 2022 fue un año perdido para Chile y el 2023 no será distinto. Los chilenos seguirán esperando para resolver sus urgencias».