El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo este jueves que Moscú «no atacó a Ucrania» y ha descartado la posibilidad de una guerra nuclear, tras su encuentro con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba, en la ciudad turca de Antalya, la primera que celebran desde el inicio de la invasión de Ucrania.
«No planeamos atacar a otros países. No atacamos a Ucrania», ha señalado Lavrov, quien ha resaltado que las autoridades rusas «han explicado en muchas ocasiones a Ucrania que ha surgido una situación que genera amenazas directas a la seguridad de Rusia».
«Pese a nuestros muchos años de recordatorios, peticiones y llamamientos, nadie nos escuchó», ha manifestado, antes de incidir en que el presidente ruso, Vladimir Putin, «ha expresado en detalle» las peticiones de Moscú sobre este punto, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
Asimismo, recalcó que «no quiere creer y no cree» en que vaya a estallar una guerra nuclear en relación con el conflicto en Ucrania. «Me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que (…) sólo los representantes occidentales, principalmente miembros de la OTAN, han sacado este tema», explicó.
«Es alarmante que en Occidente, según (Sigmund) Freud, se siga volviendo una y otra vez a este asunto (del posible estallido de una guerra nuclear)», criticó el ministro ruso, quien ha apuntado a las declaraciones en este sentido desde Reino Unido, Francia o Estados Unidos.
Por otra parte, hizo hincapié en que las conversaciones con Kuleba en Antalya no abordaron la posibilidad de un alto el fuego y ha mostrado su «sorpresa» por el hecho de que su homólogo ucraniano haya dicho que los contactos se hayan saldado sin un acuerdo en este sentido.
«Nadie iba a acordar un alto el fuego», ha dicho Lavrov, quien ha señalado que «todas las propuestas y los pasos para ellas son bien conocidas para las autoridades ucranianas». «No hemos venido aquí para reemplazar la vía de negociaciones (…) en territorio bielorruso», ha explicado, en referencia a las tres rondas de contacto entre delegaciones de ambos países.
Por último, ha reiterado que la reacción occidental a la invasión de Ucrania «muestra que se trata de una batalla a vida o muerte para Rusia por su derecho a estar en el mapa político del mundo, con total respeto a sus intereses legítimos», según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
«Nos dimos cuenta de que no estamos hablando sobre Ucrania, sino sobre la agresión contra todo lo ruso: intereses, religión, cultura, idioma, seguridad y así sucesivamente», ha manifestado, antes de decir que de la guerra en los Balcanes se determinó un interés de que no había estados muy grandes en Europa.
«Probablemente se busca el mismo objetivo con Rusia», zanjó.