Austria alerta y se prepara para un gran apagón. La ministra de Defensa, Klaudia Tanner, ha puesto en marcha una campaña para preparar a la población ante un posible corte energético que, según los expertos, podría producirse en los próximos cinco años. Así, ha recomendado hacer acopio de combustible, velas, baterías, conservas y agua potable, entre otras cosas, así como sentar las bases de una red de cooperación vecinal y establecer un punto de encuentro con amigos y familiares.
«Un ‘blackout‘ es una falla de energía a gran escala durante varios días o varias semanas», precisó el Ministerio de Defensa, acotando además que «todas las redes eléctricas de los países europeos están interconectadas en la red eléctrica europea, de manera que, si hay un apagón, las luces podrían apagarse en toda Europa».
En paralelo, el director técnico de Red Eléctrica de Austria indicó que el cambio climático y el tiempo extremo, con intensas olas de calor y frío, aumentan las posibilidades de un «blackout». Y, junto a lo anterior, expertos en seguridad han señalado que «los desafíos en seguridad aumentan y la situación para Austria y Europa empeora» y ven amenazas en la crisis de combustibles que golpea a Reino Unido, la caída de Facebook hace unas semanas y los ciberataques rusos, que son solo pequeños ejemplos de posibilidades de dificultades mayores.
Pero la advertencia austriaca tiene «eventos» predictores ya que en 1983 estuvieron más de 100 días sin luz en Suecia afectando a 4,5 millones de usuarios; en2004 el pequeño Luxemburgo 66 días y en 2003 Italia durante un día sin energía afectando a 56 millones de italianos.
El plan austriaco
El principal y en el que más hincapié parece que está haciendo el ministerio austriaco es el de concienciar a la población sobre esta amenaza real. Para ello, en su página web pueden encontrarse consejos y sugerencias sobre cómo prepararse para un apagón que dure varios días, con información concreta sobre generadores de energía móviles, accesorios de generación, suministro de agua y alimentos, sobre cómo cocinar sin electricidad y cómo comunicarse sin electricidad, además de conocimientos básicos sobre primeros auxilios, prevención y seguridad civil.
Pero, además, el país prepara también a sus instituciones públicas. Así, a partir de 2025, cien de sus principales cuarteles militares serán autosuficientes en el mayor grado posible en términos de energía, combustible, agua potable y alimentos. Esos cuarteles, como informó el teniente coronel Pierre Kugelweis, serían la base de apoyo a organizaciones civiles, como bomberos y sanitarios, que requieran energía y coordinación para su trabajo, en caso de un apagón.
Si la fase de oscuridad e incertidumbre se prolonga, también hay que estar preparado para una pérdida generalizada de control, como explica el Mayor General Bruno Hofbauer, Jefe de la Dirección de Habilidades y Planificación Básica del Estado Mayor del Ejército: “La experiencia basada en la Un ejemplo de los hechos que rodearon al huracán Katrina en EE.UU. en 2005 muestra que después de unos días prevalecerá la ley del más apto y habrá un fuerte aumento de las actividades delictivas ”. Con todo, después de una semana de apagón, los daños a la salud se puede esperar para muchas personas a más tardar, reseña Die Presse.
El Ejército aparte de recomendar contar con reservas suficientes (“alimentos duraderos) ha indicado pactar de forma previa con familiares y amigos un punto de encuentro y sentar las bases de una red de cooperación vecinal. Además informó que a partir de 2025 cien de los principales cuarteles militares austríacos serán autosuficientes en el mayor grado posible en términos de energía, combustible, agua potable y alimentos. Y desde ahí se espera apoyar a bomberos y médicos que requieran electricidad y coordinación en caso de un apagón. De hecho, las fuerzas armadas ya han ensayado escenarios catastróficos.
La implementación de las medidas comenzó a principios de 2021. Para fines de 2022, 27 cuarteles contarán con la autosuficiencia. Para fines de 2025, todas las propiedades importantes deberían ser independientes del suministro y, por lo tanto, garantizar la salvaguardia y el mantenimiento de la propia capacidad militar para actuar en caso de crisis o desastre.