La película «Amélie»comienza contando que era algo marginada de pequeña.

Su padre era doctor y creía que ella tenía un problema de corazón, ya que la chequeaba periódicamente y pensaba que el taquicardia le traería problemas de grande.

Siendo pequeña, su madre murió aplastada por un turista suicida, situación que empeoró las cosas y su padre llegó a convertirla en una niña burbuja, este problema no fue impedimento para dar rienda suelta a su imaginación .

Consumida por este ambiente tan opresivo, la joven Amélie se independiza a los 22 años y vive en un pequeño departamento de Monmartre y comienza a trabajar en el Café des 2 Moulins (que existe en la vida real).

A Amélie le gusta ir al cine pero prefiere mirar a la gente que mirar las películas.

También disfruta dándole golpecitos a la cubierta del «Creme Bruleé» con una cuchara.

Las compañeras de trabajo del café y sus clientes habituales son personas que combinan perfectamente con la personalidad de Amélie.

La vida de Amélie cambia el día en que murió Lady Di, ya que encuentra una cajita llena de recuerdos de infancia de un inquilino anterior en una estancia secreta.

Amélie se propone encontrar al dueño de la cajita de sueños y cuando lo encuentra, el hombre se pone muy contento y ella, que no encuentra la felicidad en el amor, decide que a partir de ahora se convertirá en la defensora de las causas perdidas peleando por la felicidad que quienes la rodean.

Ayuda a un ciego, hace de casamentera y se burla del vendedor de verduras que humilla a su empleado…

…Y le da un nuevo sentido a la vida de su Papá, mandando a pasear por el mundo al enano de jardín, demostrándole que fuera de su espacio seguro suceden cosas memorables…

De este modo logra dar felicidad a su alrededor pero su vida continua vacía…

Hasta que un día conoce a Nino,que trabaja de día en el tren de la casa embrujada y en un sex shop por la noche.

Así descubre que a Nino le gusta coleccionar fotos desechadas u olvidadas en las cabinas fotográficas y como pierde su álbum, ella comienza una aventura donde es la heroína.

Su veterano vecino, un pintor obsesionado con Renoir al que ella le devolvió la ilusión, le demuestra que ella también puede ser feliz.

Es así que Amélie recibirá toda la felicidad que ha repartido demostrándose que toda acción tiene una reacción.