El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012) fue condenado este lunes a 3 años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias. El tribunal de París dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario, de 66 años de edad, su abogado habitual, Thierry Herzog, y el exmagistrado Gilbert Azibert, que fueron condenados a la misma pena.
Sarkozy es el primer expresidente de Francia en sentarse en el banquillo de los acusados. Antes de él, sólo un expresidente francés, el mentor político de Sarkozy, Jacques Chirac, tuvo que afrontar la justicia después de dejar el cargo, pero debido a su mala salud, Chirac nunca compareció ante la corte. Sarkozy, presidente de 2007 a 2012, siempre ha negado los cargos de los que se le acusa y ha prometido que se mostrará “combativo” en este juicio.
Sarkozy es sospechoso de haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando éste era juez del Tribunal Supremo. Según la acusación, el exmandatario buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt, sobreseído a finales de 2013.
A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo obtuvo. Sarkozy, que se retiró de la política en 2016, rechazó las acusaciones y ante el tribunal afirmó que “nunca cometió el más mínimo acto de corrupción”.
Esta decisión de justicia es crucial para Nicolas Sarkozy, que se enfrenta a un segundo juicio el 17 de marzo en el caso “Bygmalion”, relativo a los gastos de su campaña presidencial de 2012. Y hay más casos que debe afrontar el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy. La fiscalía nacional financiera de Francia está investigando al expresidente Nicolas Sarkozy por presunto “tráfico de influencias” por sus actividades de consultor en Rusia. El ente acusador de ese país indicó que había abierto una investigación por “tráfico de influencias” y “blanqueo de crimen o delito”, aunque no quiso comunicar cuando la abrió.