El 3 de marzo fue confirmado el primer caso de coronavirus en Chile, y las cifras aumentan con una rapidez extrema. Con el fin de evitar las creación de multitudes, en todo el mundo se han tomado medidas como el cierre de aeropuertos, cancelación de vuelos y eventos masivos y, en algunos casos, el cierre de todos los comercios y empresas (salvo farmacias y supermercados). Las oficinas de trabajo, sin embargo, aglomeran grupos de personas, y sigue siendo un tema en vías de resolver en Chile.
Según una encuesta de Randstad Chile, tras el anuncio del primer caso de coronavirus en el país, solo el 22% de las empresas en Chile adoptaron políticas de seguridad de salud frente al COVID-19, siendo la más usada la difusión de información sobre síntomas y buenas prácticas, seguida por la ejecución de protocolos de sanidad, y restricción de viajes de negocio. El trabajo remoto estuvo en los últimos lugares, siendo en realidad una de las soluciones más efectivas; en todo el mundo se están buscando formas de implementarlas rápida y estratégicamente, con especial foco en las empresas que no están preparadas.
El formato Home Office como medida abordable y segura
Ricardo Quezada Botto, Gerente Comercial de Unnio Seguros Generales, explica desde el punto de vista de su empresa cómo se aborda el tema. “Efectivamente, pensando en el beneficio de todos, lo primero que sucede en estos casos es que las compañías activen sus planes de contingencia asociados a amenazas de enfermedades o pandemia, enfocados en prevenir contagios, dar apoyo a quienes se contagien y garantizar la continuidad de negocios. La forma más segura de hacerlo es a través de la tecnología, utilizando canales de auto-atención de clientes y trabajando de manera remota ante el alto riesgo de contagio”.
Cada empresa es distinta, y eso puede significar diferentes desafíos o inseguridades frente a la transición a formato home office. Al preguntar al experto sobre las posibles dificultades, él afirma que no es dar difícil ese paso. “La clave está en que la empresa se prepare tecnológicamente para que cada uno de sus colaboradores sea capaz de entregar la misma propuesta de valor a los clientes sin que la calidad se vea afectada. Una clave es realizar la transición de a poco, probando a través de una calendarización de días en los que se trabaje de fuera de la oficina”, señala.
Quezada recalca que, cuando el soporte del trabajo pasa a ser la tecnología, se debe estar preparado en cuanto a seguridad, considerando que quienes trabajen de forma remota estarán utilizando conexiones de internet domiciliaria, que son más vulnerables a ataques cibernéticos.
“De esto depende tanto la continuidad de negocios de la compañía, como la seguridad personal del colaborador. En Unnio, la empresa y los colaboradores descansan en Cyberboxx, la plataforma tecnológica que se usa en estos casos para monitorear y responder cualquier ataque cibernético. Usar este tipo de seguro es una buena garantía, sobre todo al tener la opción de seguimiento vía aplicaciones móviles y ayuda las 24 horas; así resulta práctico, accesible, y le da tranquilidad tanto al trabajador como a la empresa”.
Más información sobre tipos de seguros y para obtener asesorías personalizadas puedes ingresar a www.unnio.cl