Fechas flexibles: las noches de los domingos suelen ser más baratas, ya que los turistas de fin de semana se han ido y la gente que va al lugar a hacer negocios la semana siguiente todavía no ha llegado. La noche de los viernes suele ser siempre la más cara, así que lo mejor es que la evites si puedes. Aún si tus fechas son fijas, por ejemplo el fin de semana, no incluyas la noche del viernes. Pruébalo y verás como la tarifa media, reservando sábado y domingo, disminuye. Las estadías de mayor duración también tienen sus ventajas, ya que cuantas más noches estemos en un mismo lugar, menor el precio.
Ubicación: en las afueras las tarifas siempre serán más baratas que en el mismo centro de la ciudad. En este caso tendrás que poner en una balanza el ahorro en alojamiento y el gasto en transporte. Y por supuesto, tener en cuenta que renuncias a la comodidad de poder ir andando a todas partes. KAYAK pone a disposición la herramienta Heat Map, que nos muestra a la hora de elegir el hotel, qué tenemos cerca y con base a esa información tomar nuestra decisión.
Viaja acompañado: Además de poder compartir los momentos y las vivencias del viaje, también se podrán dividir los gastos en los que se incurran, incluyéndose el alojamiento.
Buscar opiniones de otras personas y de páginas web: Hoy en día, Internet pone mucha información en manos de un público masivo en muy poco tiempo. Esta maravilla no deja afuera al sector del turismo, en el que existen múltiples sitios y aplicaciones como KAYAK para realizar este tipo de averiguaciones.
Reserva con anticipación: Tener en cuenta que a medida que nos acercamos a la fecha de viaje los costos de la noche aumentan. Es importante reservar con anticipación. Los hoteles que primero se van a agotar serán siempre los buenos, bonitos y baratos.
Analiza el costo total que involucra el hotel: cuando vayas a reservar un hotel además del precio considera otras cuestiones como:
1) Lavandería en el edificio o cerca.
2) Qué tan sencillo es llegar en transporte público desde el aeropuerto, estación de tren o autobús.
3) Si incluye desayuno.
4) Qué tantos restaurantes hay en los alrededores. En ocasiones el único restaurante disponible es del mismo hotel y seguramente será bastante caro.
Pondera prioridades y servicios: Si de reducir costos se trata entonces es necesario que seas consciente que en ocasiones tendrás que hacer ciertos sacrificios de comodidad por ahorrar un poco. Es muy importante que desde un inicio tengas claro qué detalles estás dispuesto a sacrificar y cuáles no: wifi, piscina, desayuno, tamaño del baño u otras características relevantes para cada uno. Determinar esto te hará encontrar un hotel que se ajuste a tu presupuesto y preferencias.
Mantente informado sobre precios: te recomendamos que si ya tienes las fechas claras o definido el destino, utilices las herramientas que hoy brinda la tecnología y te programes notificaciones a tu email o celular cuando cambia el precio de un vuelo. De esta manera podrás tomar una decisión inteligente optimizando el presupuesto lo más posible. En KAYAK puedes crear alertas con un destino específico y fechas exactas.