Chile junto a Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay, cuestionaron este martes el actual funcionamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y solicitaron que se respete el “margen de autonomía” de los Estados para asegurar el respeto a los derechos de los ciudadanos.
La Cancillería dio a conocer esta jornada un comunicado en donde se explica la declaración que fue enviada a Paulo Abrao, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el pasado 11 de abril.
El texto busca expresar las inquietudes de estos países en relación con el actual funcionamiento del sistema regional de protección de derechos humanos, pero sin desconocer los logros obtenidos por el sistema a lo largo de sus años de existencia.
La mencionada declaración propone tanto a la Comisión como a la Corte Interamericana la adopción de “ciertas acciones que permitirán mejorar el funcionamiento de aquel de cara a los desafíos del siglo XXI”.
En ese sentido, el texto subraya la importancia crítica del principio de “subsidiariedad como base de la distribución de competencias del sistema interamericano. Dicho principio exige que tanto los Estados como los órganos del sistema asuman sus propias responsabilidades en la promoción y protección de derechos en la región, sin invadir las esferas de competencia de cada uno”.
Al respecto, la cancillería menciona que la declaración considera que los “Estados gozan de un razonable margen de autonomía para resolver acerca de las formas más adecuadas de asegurar derechos y garantías, como forma de dar vigor a sus propios procesos democráticos. La declaración plantea que dicho margen de apreciación debe ser respetado por los órganos del sistema interamericano”.
El texto dado a conocer por el Minrel hace hincapié en la necesidad de que tanto la “Comisión como la Corte apliquen de forma estricta las fuentes de derecho internacional en la resolución de los casos sujetos a su conocimiento. En este caso, dichas fuentes se identifican, principalmente, con el texto de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
Otro punto importante dice relación con la importancia del debido conocimiento y consideración de las realidades de los Estados por parte del sistema interamericano y la necesidad de que las formas de “reparación guarden una debida proporcionalidad y respeten los ordenamientos constitucionales y jurídicos de esos Estados”.
Además, la declaración menciona que los Estados consideran que la declaración presentada a la Comisión Interamericana representa un aporte con propuestas concretas destinado a mejorar el funcionamiento de nuestro sistema de protección regional de derechos humanos.
En este sentido, “los Estados que suscriben la declaración conciben a la misma como el punto de partida de un diálogo transparente y abierto con los órganos del sistema, convencidos de que éste puede producir valiosos frutos en beneficio de la promoción y protección de los derechos humanos en toda nuestra región”.