Jóvenes de enseñanza media exploraron en terreno la industria del yodo y el nitrato, conociendo los procesos y tecnologías que sustentan uno de los sectores productivos clave del norte de Chile.

Con el objetivo de acercar a los estudiantes al mundo laboral y productivo, SQM Yodo Nutrición Vegetal abrió las puertas de sus instalaciones en Antofagasta y Tocopilla a alumnos de enseñanza media, en el marco del programa Empresas Abiertas impulsado por SOFOFA.

La iniciativa permitió que varios jóvenes conocieran de primera mano los procesos industriales vinculados al yodo y nitrato, pilares del desarrollo económico de la zona norte.

Una experiencia educativa directa con la industria

En la ciudad de Antofagasta, 25 estudiantes de cuarto medio del Liceo Oscar Bonilla, pertenecientes a la especialidad de Analista Químico, visitaron el Laboratorio Caliche Yodo de SQM.

Durante el recorrido, los jóvenes observaron el funcionamiento de los equipos de análisis, los protocolos de seguridad y la rutina técnica que desarrollan los profesionales del área.

Tocopilla: acercamiento al quehacer portuario

La jornada también se extendió a las operaciones en el Puerto de Tocopilla, donde 45 estudiantes de tercero y cuarto medio del Liceo Domingo Latrille pudieron conocer en terreno las operaciones portuarias asociadas al traslado y manejo de productos como el yodo y el nitrato.

Guiados por profesionales de la empresa, los jóvenes recorrieron las instalaciones y comprendieron el impacto logístico y productivo del puerto en la región.

“Como compañía, estas actividades son parte de nuestra esencia. Queremos que distintas entidades puedan conocer nuestro quehacer. Por ello, esta visita fue desarrollada, gracias a un trabajo transversal que involucró varias áreas, permitiendo que los estudiantes vieran de cerca nuestro trabajo e importancia en la región”, destacó Manuel Ossandón, jefe de Relacionamiento Comunitario de SQM Yodo Nutrición Vegetal.

Estas visitas educativas no solo permiten un aprendizaje más práctico y tangible para los estudiantes, sino que también refuerzan el vínculo entre el sector productivo y la comunidad educativa, aportando al desarrollo del capital humano local. En un contexto donde la industria química y portuaria continúa siendo motor de empleo y desarrollo en el norte, este tipo de iniciativas permiten que las nuevas generaciones proyecten su futuro en sintonía con las necesidades del territorio.