En medio de la recta final de cara a las elecciones del próximo 16 de noviembre, el candidato presidencial opositor José Antonio Kast, presentó este miércoles un conjunto de medidas en el marco de su Plan Escudo Fronterizo, destinadas a aumentar la protección de la frontera y combatir la inmigración ilegal.
En dicho contexto, se apunta como objetivos principales a «controlar la frontera vulnerable (es decir, los pasos no habilitados de la frontera norte terrestre) y mejorar el control en los complejos fronterizos, para contener la migración ilegal y combatir el contrabando, fortaleciendo la soberanía nacional y la protección de la población nacional».
Otros objetivos de la propuesta son el reforzamiento del control de la frontera marítima en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, con énfasis en la actividad portuaria; la actualización de la Política Nacional de Migración y Extranjería, incluyendo medidas especiales para el resto de la frontera terrestre (Argentina), el litoral y el control del espacio aéreo; la exigencia diplomática a Bolivia para optimizar el control de su frontera y el proceso de reconducción; y la optimización del control sobre el libre tránsito por territorio nacional, sobre el uso de los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta, y de la línea ferroviaria de Antofagasta – La Paz que le otorga Chile a Bolivia a perpetuidad.
La implementación se basa en una Fuerza de Tarea Interagencial (militar-policial-civil), dirigida por un mando civil y coordinada operativamente por el Estado Mayor Conjunto y su Comando Conjunto Norte dependiente, a lo que se suma un equipamiento con estándares militares, complemento de proyectos SIFRON (Sistema de información Fronteriza) y Muralla Digital.
Todo lo anterior, de acuerdo al comando, implica una «solución en cinco dimensiones operativas: terrestre, marítima, aérea, espacial y de ciberseguridad».
Con la implementación de estas medidas se apunta a lograr la «disminución de cruces ilegales: 40% en los primeros 3 meses. 80% a los 6 meses; el aumento del número de reconducciones: 100% los primeros 3 meses; la disminución en delitos asociados (tráfico de drogas, de personas y contrabando): 50% los primeros 06 meses; y la mejora en la cobertura tecnológica de la frontera vulnerable: 50% de la frontera vigilada los 3 primeros meses. 100% a los 06 meses».
Aplicación en tres fases
Para aplicar este plan, se prevén tres fases.
La primera de ellas, “Operación Centinela del Norte” — Recuperación de la Gobernanza Fronteriza, tiene un plazo previsto de hasta seis meses, mediante:
1. Planificación del Estado Mayor Conjunto y el Comando Conjunto Norte.
2. Instalación Sistema de Mando y Control.
3. Despliegue de las FF.AA., Policías, Agencias, el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) y la Industria Militar.
4. Activación del Centro de Inteligencia Fronterizo.
5. Construcción de obstáculos a la movilidad.
6. Aumento de dotaciones de Carabineros de Frontera.
7. Instalación de Centros de Reunión de Migrantes.
8. Inicio tecnificación de pasos no habilitados e integración tecnológica.
La Fase II, “Operación Fortaleza del Desierto” — Consolidación, con una duración prevista de entre 6 a 18 meses, implica:
1. Tecnificación y modernización de complejos fronterizos.
2. Consolidación de la infraestructura, interoperabilidad tecnológica y sostenibilidad operativa.
3. Fortalecimiento de la gestión e integración fronteriza.
Mientras, la Fase 3, “Operación Horizonte Soberano” — Normalización, en un plazo entre 18 a 48 meses, considera:
1. Fortalecimiento de la tecnificación (observación, vigilancia y detección).
2. Repliegue medios militares.
3. Implementación de un modelo nacional de gestión fronteriza integrada.
Esta fase tendrá como indicadores de éxito la «normalización institucional, gobernanza civil consolidada y frontera completamente segura bajo control integral del Estado«.


