Podría ser una curiosidad curiosa la adjudicación del Nobel de la Paz para una activista politica no global sino que particular como ha ocurrido con el reconocimiento a Corina Machado furibunda opositora del Nicolás Maduro, de Venezuela.
No es que merezca un reconocimiento por su lucha por la democracia sino que el tema venezolano no es una causa global, más bien es un problema para la seguridad del mundo y de América Latina por la inmgiración que en el caso de Chile ha generado y esta generando gravísimos problemas, y ella (Machado) nada dice de esta problemática que atenta contra la paz.
Esta vez el Nobel se equivoca porque sin duda hay líderes en el mundo que efectivamente luchan por la paz y no por una causa particular que los lleva al poder como esta señora, bien podrían haber dado el Nobel a los médicos que trabajan en lo que queda de los hispitales de Gaza asediados por los bombardeos constantes de Israel.







