El jefe de Gabinete de Ministros de Argentina, Guillermo Francos, presentó ante la Cámara de Diputados el Informe de gestión N° 144, en el marco del cual respondió a las consultas de los parlamentarios sobre los vínculos con el Reino Unido relativas a cooperación en Defensa y Seguridad Interior, además de eventuales negociaciones para «superar el veto británico vinculado a la posibilidad de reequipamiento militar argentino«.
Lo anterior, recalcando que el país no renuncia a sus derechos sobre las Islas Falkland.
«Propiciar dicho diálogo no implica en modo alguno la renuncia a rechazar las acciones británicas contrarias a los derechos soberanos argentinos y al derecho internacional«, subrayó.
Al respecto, la autoridad comenzó indicando que «desde el inicio de esta administración se ha abordado el vínculo con el Reino Unido en materia de defensa con firmeza en nuestros reclamos soberanos y prudencia estratégica. En este sentido, se han sostenido contactos orientados a explorar entendimientos que contribuyan a la mejora de la relación bilateral en materia de defensa».
Contacto limitado
En ese contexto, enfatizó que «no se han establecido nuevos acuerdos formales de cooperación en Defensa con el Reino Unido; los intercambios se limitan al ámbito protocolar e informativo habitual, propios de una relación entre agregadurías y canales institucionales».
«Cualquier interacción ocurre bajo marcos institucionales preexistentes (por caso, en reuniones multilaterales de mantenimiento de la paz, foros antárticos, etc.) y con conocimiento de la Cancillería. En síntesis, volvimos a abrir los canales de diálogo básicos en materia de defensa, sin concesiones de ninguna naturaleza en nuestros derechos sobre las Islas Malvinas (SIC), Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes«, aclaró luego.
Seguidamente, detalló que sobre «el veto británico que históricamente ha limitado el reequipamiento militar argentino, la Argentina continúa adelante con sus planes de modernización de las Fuerzas Armadas a pesar de dichas restricciones. Se han identificado y aprovechado formas de sortear ese veto, en un contexto internacional donde existe una mayor diversidad de proveedores y complejos industriales militares».
En este punto puso como ejemplo la reciente adquisición de 24 aviones de combate F-16 de origen danés.
Acotó a continuación «que la estrategia británica de preservar el statu quo en Malvinas (sic) ha incluido explotar la interdependencia industrial global para, mediante terceros países, bloquear o dificultar la modernización del equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas«.
Desidia de gestiones anteriores en rearme
Luego, Francos recordó que «lamentablemente, algunas administraciones anteriores respondieron a esa presión con inacción: utilizaron la existencia de vetos y embargos externos como justificación para no invertir en la modernización de las Fuerzas, presentándolo falsamente como un obstáculo insuperable, cuando en realidad tal inacción fue funcional a una “inanición material” del instrumento militar nacional. Las consecuencias de aquella desidia fueron una marcada reducción del poder naval y aéreo de la Argentina».
La autoridad aseguró que la actual gestión de Javier Milei «ha roto con esa postura resignada. A pesar del veto británico, que consideramos extemporáneo, continuamos equipando a nuestras FF.AA. de manera planificada, diversificando fuentes y negociando cláusulas que garanticen el abastecimiento autónomo de repuestos».
«El objetivo de fondo es superar estructuralmente condicionamientos: desarrollando la industria nacional de defensa todo lo posible y obteniendo del exterior aquellos medios que resulten imprescindibles, bajo condiciones ventajosas (…) Es la primera vez en mucho tiempo que la Argentina encara el reequipamiento militar con decisión política real, y eso en sí mismo es un cambio trascendental que, a mediano plazo, debilitará la efectividad del veto británico», acotó en este punto.
¿Diálogo militar secreto?
Posteriormente, ante una nueva consulta en torno a la supuesta existencia de un diálogo militar secreto entre funcionarios argentinos y autoridades del Reino Unido, el eventual marco en el que se desarrollaría y por qué no se informó al Congreso, Francos explicó que el Ministerio de Defensa aseguró «que no existe un ‘diálogo militar secreto’. Lo que el medio británico The Economist presentó como una ‘instancia secreta’, es un contacto técnico-político exploratorio con objetivo de reducir tensiones, explicar el proceso de modernización, discutir su política de veto que consideramos extemporánea y explorar medidas de confianza mutua con el Reino Unido en el ámbito del Atlántico Sur».
Aclaró que con estas gestiones «se buscó avanzar gradualmente hacia un clima bilateral más seguro y predecible, en línea con la política de prudencia estratégica que combina firmeza en el reclamo soberano con precaución en el manejo de la relación militar con el Reino Unido, contrario a lo hecho durante los períodos 2007 a 2015 y 2020 a 2023″, reiterando que el diálogo no implica concesión alguna en sus reivindicaciones.
Finalmente, sobre el marco institucional, «la instancia se desarrolló bajo la órbita del Ministerio de Defensa, con conocimiento de la Cancillería, y se inscribe en las facultades propias del Poder Ejecutivo para conducir las relaciones exteriores y la política de defensa. No hubo nada que “informar o debatir ante el Congreso” en tanto no se arribó a ningún convenio ni decisión que amerite tratamiento legislativo».







