Abrimos esta nota con una foto de una grieta es una madera noble con signos de ser atacada por plagas: es tal como lo que esta pasando en la politica chilena, agrietada por una rotura y carcomida por la plaga de la corrupción y el abuso de poder.
La primaria del oficialismo arrojó un brutal resultado para el establishment político, ese que se aferra a las «glorias del pasado» desde la recuperación de la democracia, pero que le abofeteó y pisoteó sus reliquias, incluido el Frente Amplio que pensaba que podrían derrotar a la vieja guardia y también fueron pisoteados por la «chusma» que no valoró su «superioridad moral» como dijo uno de sus baluartes.
La reliquias al museo y no al poder
La victoria aplastante de Jeannette Jara sobre la reliquia concertacionista de Carolina Tohá tiene otra lectura que los analistas y pensadores de ese sector y de la derecha también, no quieren abordar.
El abuso de poder, la arrogancia, el servirse y no servir; y la corrupción enquistada terminaron de aburrir a la gente y se manifiestan por una apuesta radical, no porque sean marxistas leninistas comegüagüas -como dicen por ahí- sino porque el hastío es total con la mal llamada clase política que creyó que porque terminaron con el régimen de Pinochet, les daría carta blanca para perpetuarse en el poder.
Es incomprensible que no exista renovación de la mal llamada clase politica: son los mismos de siempre e hijos de los mismos de siempre los que se reparten los escaños y los cupos de poder
La victoria de Jara no significa que el país sea volchevique o cómo lo han caricaturizado -con muy mal gusto- medios, memes y toda clase opinólogos y supuestos líderes de opinión.
Es el hastío de la gente lo que se ha manifestado y pasa lo mismo en la derecha, por eso Matthei es la Tohá de la derecha.
Espinoza: dinosaurio que no evoluciona
El senador socialista Fidel Espinoza (55), que desde el retorno a la democracia ha estado aferrado al poder (Desde 1998 como seremi y hasta ahora como parlamentario), llora por al derrota de Tohá y culpa a sus propios gurús.
«Carolina, a quien le tengo un profundo respeto, asumir que ella se rodeó de gente que habla desde el Olimpo, como los (Eugenio) Tironi que hoy día aparecen dando por muerto al Socialismo Democrático» lloriquea Espinoza.
Tironi el sepulturero del Socialismo Democrático
El otrora gurú de los PPD y PS también llora la derrota de Tohá y aporta un dato relevante, reconoce que el Socialismo Democrático NUNCA existió.
«El Socialismo Democrático está muerto. Pero, en verdad, es una criatura que nunca alcanzó a nacer. Fue un nombre que se le puso al hecho de que los militantes de esos partidos apoyaran a Boric en segunda vuelta y entraran al Gobierno, pero nunca fue un proyecto, nunca tuvo una dirección ni un programa. Y cuando se intentó, fracasó y comenzaron las fricciones. Esto fue un no nato», sentencia amargamente Tironi.
La revolución de la Derecha
En el otro lado de la vereda las «derechas» el panorama es tan jurásico como en la izquierda, también empantanada por el poder y con el eslogan de sentirse ‘custodios’ de la obra del Gobierno Militar, pero que su electorado también está harto de eso, porque han visto lo mismo que en la izquierda: arrogancia, abuso de poder y corrupción.
En este escenario es obvio que surgiera Johannes Kaiser, un fanático para algunos, pero que le enrostra a su sector las debilidades y los pecados ocultos.
Chile Vamos (al precipicio) en su mezquindad optó por mantener a otra reliquia como carta presidencial: Evelyn Matthei que tiene los mismo pecados de origen que la derrotada Tohá, por eso es una muerta politica en vida.
Matthei, Tohá y todo su séquito de parlamentarios representan el pasado pasado y ya la ciudadania no confía en ellos porque representan lo que justamente la gente no quiere.
Jara y Kaiser
Ahora bien Jara y Kaiser son los menos contaminados aunque los más claros ideológicamente, no ocultan su pensamiento como los otros y otras, van de frente con sus convicciones, brutalidades y aciertos.
Es quizás el momento para que las clase politica (desclase por cierto) por una vez se sienten a pensar y hacer un examen de conciencia (si es que tienen) para evaluar porque se ha llegado a este punto de polarización como dicen los «expertos».
No será que ya Chile y el mundo están hartos de las medias tintas, de los arreglines políticos para repartirse el poder y ha llegado la hora de decir basta de abusos y de chanchullos y por eso se opta por los supuestos extremos, por que la grieta es cada vez más profunda.