El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, abrió la posibilidad de instalar detectores de metales en los colegios, luego de la balacera de ayer en San Pedro de La Paz, en el Biobío.

El hecho de violencia dejó a tres estudiantes heridos, uno de ellos en el interior de la sala de clases y los otros dos en los estacionamientos del recinto.

En conversación con Radio Universo, Cataldo dijo que “no se trata de si nos allanamos o no. Tiene que ver con dos cosas. Primero, no podemos resolver los problemas de vulneración de derechos vulnerando otros derechos”.

“La utilidad de tener detectores de metales u otro tipo de dispositivos, pero discutamos el fondo, porque en el momento, en la coyuntura, como se dice ‘en caliente’, parecen muy razonables algunas decisiones”, señaló.

En ese sentido, explicó que “hay que mirar la evidencia, cómo ha operado con otras experiencias, y cuál es la capacidad del sistema educativo”.

“La capacidad de todos los sostenedores de poder adquirirlos, instalarlos, y luego mantener una operación constante”, precisó.

“El detector de metales es útil toda vez que tengamos la capacidad de revisar mochilas, bolsillos, chaquetas, de 3,5 millones de estudiantes”, mencionó.

Sin embargo, dijo que “la evidencia no es concluyente«.

«Las medidas estructurales, que abordan efectivamente los problemas de relacionamiento y convivencia son las más efectivas, y ‘costo-eficientes’ también, porque los recursos no son infinitos”.

“Hoy, decir ‘pongamos detectores’ puede ser lo más popular, y no allanarse puede ser lo más impopular”, planteó.

“Yo no tengo problemas que lo discutamos y veamos si es una medida que realmente va a ayudar a subsanar esto«, señaló.

«Pero yo tengo las dudas de que eso efectivamente sea así, por la envergadura de lo que significa y los altos costos”, remató.