Tres vehículos fueron quemados frente a la prisión de Tarascon, en el sureste de Francia, al amanecer de este miércoles.
El hecho ocurrió en un «aparcamiento aislado, reservado al personal y vallado, con acceso protegido por un código digital«, dijo el fiscal de la ciudad, Laurent Gumbau.
Uno de los vehículos era de un funcionario de prisiones, otro a una empresa que trabaja en el centro de detención y el tercero, aún no ha sido identificado.
En una entrevista con la emisora Europe 1, el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, confirmó los hechos.
Subrayó que detrás «hay gente que intenta desestabilizar al Estado intimidándolo«, en reacción a las medidas que él ha tomado «contra el laxismo en las prisiones«.
Ataques coordinados contra varias cárceles del país
«No vamos a retroceder porque al Estado no se le amenaza«, dijo el titular de Justicia, agregando que en las cárceles hay 17.000 prisioneros por narcotráfico.
Desde el domingo, una serie de atentados han tenido como objetivo establecimientos penitenciarios en Francia.
Los ataque con vehículos incendiados e incluso Kalashnikovs disparando contra la puerta de la prisión de Toulon (sureste), sin causar víctimas.
Al menos 21 vehículos fueron baleados y/o incendiados, según una fuente policial.
Las acciones van acompañadas por pintadas de las siglas «DDPF«, por Defensa de los Derechos de los Prisioneros Franceses, grupo creado en las RRSS la semana pasada.
Ministro de Justicia: «Son actos de terror»
La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) asumió la investigación, algo que según Darmanin se justifica porque «son actos de terror«.
Además, se mostró convencido de que las investigaciones en marcha van a dar resultados porque «la policía gana siempre» y «se encontrará a esas personas«.
También un vehículo de un guardia penitenciario de Aix-Luynes fue quemado la noche del martes al miércoles frente a su domicilio.
«Este grupo terrorista, el DDPF, está identificando y atacando al personal penitenciario«, dijo indignado, denunciando «actos de amenazas e intimidación«.
Contra «medidas sin precedentes» del Gobierno francés
Los ataques buscan «ver si retrocede» el Gobierno con las «medidas sin precedentes» que buscan evitar que narcotraficantes sigan su actividad entre rejas.
Entre otras cosas, algunas cárceles se van a convertir en prisiones de alta seguridad con un régimen mucho más severo.
Además, concentrarán a los internos más peligrosos para impedirles que tengan acceso a teléfonos móviles, que mantienen en contacto con miembros de sus bandas.
El ministro insistió en que «la lucha que mantenemos es contra las narcobandas» y justificó su política de endurecimiento del régimen penitenciario.
La idea es que no pase lo de otros países donde las redes de tráfico de droga intimidan y atentan directamente contra funcionarios de prisiones.
rml (efe, afp)
