Durante los meses fríos, el calientacama puede ser un gran aliado para dormir mejor, pero es importante usarlo correctamente para evitar accidentes y prolongar su vida útil.

Con la llegada del frío, muchos hogares en Chile recurren al calientacama como solución rápida y eficiente para mantener la cama tibia durante la noche. Este aparato eléctrico, que se coloca sobre el colchón y bajo las sábanas, proporciona una sensación de confort inmediata. Sin embargo, su uso requiere ciertas precauciones para garantizar tanto la seguridad como el buen descanso.

Uno de los modelos más populares en el mercado es el calientacama 2 plazas, ideal para camas matrimoniales. A pesar de su comodidad, es fundamental revisar que el producto cuente con certificación eléctrica y mecanismos de apagado automático, sobre todo si se comparte la cama. Muchos consumidores no consideran estos detalles al momento de la compra, pero pueden marcar una gran diferencia en términos de seguridad.

El primer consejo para un uso seguro es no dejar el calientacama encendido toda la noche. Lo ideal es prenderlo entre 15 y 30 minutos antes de acostarse y apagarlo justo antes de dormir. Algunos modelos cuentan con temporizadores que permiten programar el apagado automático, lo cual es muy útil para evitar olvidos.

Además, es recomendable no colocar objetos pesados sobre la cama mientras el calientacama esté encendido. La presión excesiva puede dañar el sistema interno de cables, aumentando el riesgo de cortocircuitos. Lo mismo ocurre con el doblado del aparato: siempre debe almacenarse extendido o enrollado suavemente, nunca doblado de forma brusca.

Otro aspecto importante es el mantenimiento. El aparato debe mantenerse limpio y seco. No se debe lavar a máquina a menos que el fabricante lo indique específicamente. Algunos modelos tienen fundas desmontables que sí pueden lavarse, lo que facilita su cuidado sin poner en riesgo los componentes eléctricos.

La ventilación de la habitación también juega un rol clave. Aunque la tentación de sellar todo el ambiente para conservar el calor es fuerte, permitir cierta circulación de aire ayuda a evitar la humedad excesiva y mejora la calidad del sueño.

También es aconsejable desconectar el calientacama cuando no se esté usando. Aunque parezca obvio, dejarlo enchufado de forma permanente puede provocar sobrecalentamiento, especialmente en viviendas con instalaciones eléctricas antiguas. Revisa con frecuencia el estado del enchufe y el cable: si notas calor excesivo o desgaste, es momento de reemplazar el aparato.

En el caso de los hogares con niños o adultos mayores, el uso debe ser aún más cuidadoso. Nunca se debe permitir que menores lo usen sin supervisión. Además, si la persona duerme profundamente o tiene problemas de movilidad, hay que evaluar si es seguro que tenga contacto prolongado con una fuente de calor directa. Algunos calientacama 2 plazas tienen fuentes eléctricas separadas, lo que ayuda a personalizar su uso.

El uso responsable no solo previene accidentes, sino que también prolonga la vida útil del producto. Invertir en un modelo de calidad, seguir las instrucciones del fabricante y adoptar hábitos seguros son pasos clave para disfrutar del invierno sin preocupaciones.