- Se proyecta que para 2026, este modelo duplique su valor en el mercado inmobiliario, consolidándose como la estrategia preferida por inversionistas que buscan alta rentabilidad y flexibilidad.
En los últimos años, la renta corta, entendida como el arriendo de departamentos por períodos inferiores a 30 días (en contraste con el arriendo tradicional) se ha consolidado como un fenómeno transformador en el mercado inmobiliario, especialmente en el sector de la venta de departamentos.
Esta tendencia, impulsada por el auge de las plataformas digitales, y el cambio en las preferencias de los viajeros, ha generado un notable aumento en la demanda de propiedades destinadas a renta corta: según predicciones del sitio especializado Doorloop, el mercado de arriendos por renta corta alcanzará una valoración de $8.907 millones hacia el 2026. Además, aproximadamente 45% de los anfitriones reportaron que los arriendos por renta corta fueron instrumentales para alcanzar sus metas financieras.
Como resultado, los propietarios y desarrolladores inmobiliarios están reconfigurando sus estrategias para adaptarse a esta nueva dinámica, ofreciendo opciones que satisfagan las necesidades de una clientela que busca flexibilidad y experiencias únicas en sus estancias. En países como España y Estados Unidos, el modelo de renta corta está consolidado, con una parte significativa del mercado inmobiliario dedicada al arriendo diario. En ciudades como Miami y Orlando, la ocupación de propiedades de renta corta supera el 85%, lo que demuestra la alta demanda y rentabilidad de este modelo.
En Chile, una tendencia en auge
En nuestro país, el perfil geográfico del modelo presenta diferencias notables entre Santiago y las ciudades turísticas del país. En la Región Metropolitana, comunas como Santiago Centro, Providencia, Las Condes, y Ñuñoa presentan una ocupación sostenida durante todo el año, debido a la demanda continua de estadías temporales relacionadas con trabajo, estudios y eventos, así como a la cercanía a centros de negocios, oficinas y servicios.
De hecho, según Rabbitts Capital, empresa de inversiones inmobiliarias que tiene como objetivo facilitar el negocio de bienes raíces, algunas zonas de la capital, presentan cifras similares a las de Europa, en ese sentido, la ocupación promedio en Santiago Centro ya supera el 75%, con un porcentaje incluso superior en comunas como Providencia y Las Condes, donde la oferta inmobiliaria es más moderna y bien conectada.
Sin embargo, aquello contrasta con el caso de ciudades turísticas como Valparaíso, Viña del Mar, Pucón, y Puerto Varas, donde el modelo de renta corta es altamente rentable, pero tiene un comportamiento estacional, pues la ocupación es mayor durante el verano y en vacaciones, alcanzando más del 80%, pero disminuyendo significativamente en temporadas bajas.
Que este fenómeno esté en pleno crecimiento en nuestro país (aunque en proceso de desarrollo y adopción) se explica principalmente, por dos razones clave. La primera es el crecimiento del turismo, que según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) está proyectado en un 11% al cierre de 2024, comparado con los niveles pre pandemia. Este incremento de visitantes internacionales y el auge del turismo interno ha aumentado la demanda de propiedades para arriendos temporales.
En segundo lugar, las inmobiliarias, conscientes de la tendencia del mercado, han adaptado sus proyectos a esta modalidad. Facilitando la decisión de los inversionistas que ven en la renta corta una gran oportunidad para obtener alta rentabilidad, aprovechando la demanda de arriendos temporales que sí garantizan que los ingresos por arriendo puedan cubrir con creces los dividendos de su crédito hipotecario.
Luis Manuel Conejeros, CEO de Rabbitts Capital, explica los beneficios de este cambio para los diferentes actores del mundo inmobiliario, y cómo está remodelando el panorama de la inversión.
“Para los inversionistas, esta modalidad ofrece un retorno más rápido y elevado, especialmente en áreas de alta demanda, y también permite diversificar las fuentes de ingresos; y en el caso de las inmobiliarias, éstas han encontrado en la renta corta un nuevo nicho de mercado que les permite comercializar propiedades más rápidamente y en zonas específicas con alto potencial”, señaló Conejeros.
Por otro lado, los dueños de los departamentos se benefician al obtener mayor rentabilidad a corto plazo en comparación con el arriendo tradicional, y al poder utilizar su propiedad en periodos en que no esté arrendada. Por último, los inquilinos tienen el beneficio de acceder a una oferta de alojamientos más amplia y flexible, con propiedades mejor equipadas y ubicadas en lugares de gran accesibilidad, a menudo más económicas que un hotel.
Sin embargo, a pesar de lo prometedor que es este modelo, es importante considerar algunas dificultades a las que hacer frente al invertir en rentas cortas. En primer lugar, los edificios con la ley de copropiedad antigua siguen prohibiendo el arriendo esporádico, por lo que no todos los departamentos se pueden utilizar para estos fines. En segundo lugar, el deterioro acelerado de las propiedades puede generar altos costos en su mantenimiento. Por todo lo anterior, es fundamental contar con alguien que guíe y acompañe en la gestión y toma de decisiones.
La tendencia de la renta corta en Chile, en concordancia con lo que ocurre en Europa o Estados Unidos, lejos de decaer, proyecta un crecimiento sostenido en los próximos años, impulsada por el aumento del turismo. En ese sentido, la WTTC señala que el sector de viajes y turismo contribuirá con 35 mil millones de dólares al PIB de Chile durante 2024.
«El crecimiento de la renta corta no muestra señales de desaceleración. De hecho, proyectamos que para 2026, este modelo habrá duplicado su valor en el mercado inmobiliario, consolidándose como la estrategia preferida por inversionistas que buscan alta rentabilidad y flexibilidad. Con la demanda de arriendos por día en auge y un turismo en pleno ascenso, estamos ante una oportunidad sin precedentes para quienes deseen capitalizar este fenómeno y asegurar su éxito financiero en el corto y largo plazo”, finalizó Luis Manuel Conejeros, CEO de Rabbitts Capital.