Por: Gaspar Tagliati***
La controversia desde la Universidad de San Sebastián se ha tornado en el tema nacional es, sin duda, la agenda para los medios gracias al desmesurado sueldo de la ex UDI Marcela Cubillos, en la casa universitaria de allegados de los descolgados del gobierno anterior.
Un dato no menor y que es clave en esta disyuntiva inequívoca de desigualdad es que superior al 50% de los chilenos no logran superar el actual sueldo mínimo ($500 mil) pero lo que nadie ha reflexionado sobre la suma de dinero es lo ínfimo que resultan los 17 millones para un sector del cual pertenece la candidata Cubillos que fluctúa entre el 0.1 y el 1% que son dueños de más de la mitad de riqueza del país en referencia a un coeficiente GINI que tristemente nos ubica en los últimos países en igualdad de la OCDE.
Para una fracción de grupos económicos y familias endogámicas de gran influencia a todo nivel en la sociedad una remuneración como los famosos M$17, ni siquiera en esta categoría de familias llama a tomar la calculadora para ver si les alcanzara para los gastos o llegar a fin de mes con saldo positivo importante abocarse a las declaraciones a raíz de todo esto de la abogada que han sido frontales acusando infamias sin espacio para empatía ni humildad dando cabida y respuesta a esta especulación.
La problemática principal no es precisamente el monto y lo elevado de éste en referencia a comparaciones con la población ni con otros académicos con vasta experiencia de connotados centros de estudios no solo en Chile, el quid de todo es la ilegalidad y por que no decir la falta ética de recibir por trabajos cuestionados inclusive en fondo y forma en la universidad cuestionada.
Sin duda rescatable de esta vorágine a partir del caso audios es la visibilidad que ha tomado a lo largo del país y todo lo conocido no tiene nada de reciente, a mayor abundamiento los imputados que ya están cumpliendo medidas cautelares tampoco son los únicos que han sido parte de esta indigna maraña sindicados -por algunos- como los verdaderos chilenos.
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