La Contraloría General de La República efectuó una serie de observaciones al proceso de licitación para la ejecución de la obra de normalización del nuevo Hospital de Illapel «Doctor Humberto Elorza», que implica un importante retraso para la obra que beneficia a 96 mil usuarios de la Provincia de Choapa, en la Región de Coquimbo.
Entre los cuestionamientos detectados por el órgano fiscalizador se apunta a una serie de «discrepancias, errores y omisiones de carácter técnico, que constituyen infracciones normativas” en el proyecto, que implican entre otras cosas diferencias en la superficie total y el presupuesto indicado.
Entre las problemáticas presentadas por el informe de la Contraloría para el proyecto de este recinto de salud de mediana complejidad, se indica que no se adjunta un Informe de Mitigación de Impacto Vial y que tampoco se ingresaron copias de la inscripción de dominio del terreno donde será emplazado el recinto.
Junto a lo anterior, advierte que “no se acredita que el proyecto cumpla con la cantidad de aisladores sísmicos” conforme a la normativa. También, se observa discrepancia entre la superficie declarada en los planos entregados: en uno se indica un total de 52.071,09 m², mientras que otro establece 51.485,90 m², es decir, una diferencia de casi 600 metros cuadrados.
Asimismo, se cuestiona también que la red húmeda del edificio “se aparta de lo dispuesto en el decreto del Ministerio de Obras Públicas, en cuanto al diámetro mínimo, a la ubicación, distribución y distancia de las bocas de incendio que debe cumplir”.
En tanto, se afirma que no están definidos los espacios seguros que conducen a evacuaciones; las unidades de hospitalización no cuentan con recinto de trabajo sucio con espacio accesible y con comunicación expedita al área de hospitalización. Por otra parte, los pabellones de cirugía mayor no consideran un espacio para almacenar y efectuar mantención de equipos; la sala de recuperación de anestesia no cuenta con sala sucia para depósito del instrumental; no hay espacio de trabajo sucio en pabellones para limpieza profunda ni para el almacenamiento de insumos de trabajo, ni contenedores para estacionamiento transitorio de ropa sucia y de residuos sólidos. Misma situación se aprecia en el pabellón de cirugía menor. Así también, la sala de recién nacidos no cuenta con separación mínima entre cunas y la unidad de atención de emergencia no proyecta una oficina multipropósito, recinto de trabajo limpio, recinto de trabajo sucio y recinto de aseo de chata.
Respecto al proyecto de estructura, se cuestiona que los planos “que componen el legajo del proyecto licitado carecen de firma, tanto del profesional responsable del diseño como del mandante”. En la memoria de cálculo estructural, se omite la definición de las cargas permanente por metro cuadrado del edificio y la carga de la fachada del edificio del tipo piedra sintetizada. Tampoco se identifica en la memoria de cálculo de vulnerabilidad, el cálculo de las fuerzas sísmicas. En el proyecto de electricidad, se observa que el certificado de factibilidad de suministro está vencido. A esto se suman observaciones a la iniciativa de climatización, de gases clínicos, de proyectos sanitarios, de pavimentación y de gas combustible.
Finalmente, en el apartado de «Pavimentaciones», se detalla que «en las especificaciones técnicas “MODIFICACIÓN DE SERVICIOS NHHEC-ED-24PAV-DG_0005-F05-B”, numeral
2.3, se señalan valores pro forma que suman $96.000.000, en circunstancias que
en el formulario de presupuesto se incorpora un único rubro por valor pro forma
ascendente a $575.180.618 respecto del cual se omiten los rubros que lo
componen«, es decir una diferencia de casi 480 millones de pesos.