Tras los desórdenes registrados la semana pasada en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (REPAS) de Santiago por parte de un grupo de internos de la unidad, el senador UDI, José Miguel Durana, pidió realizar una comisión secreta para esclarecer los hechos.
La solicitud, realizada por el parlamentario, en su condición de miembro de la Comisión de Seguridad Pública, involucra la citación del ministro de Justicia, Luis Cordero; del director nacional de Gendarmería de Chile (Genchi), Sebastián Urra y de los dirigentes de las asociaciones de funcionarios del organismo público para que se evalúen los protocolos existentes.
Asimismo, el legislador pidió oficiar a Genchi y al Ministerio de Justicia para que den a conocer a la Cámara Alta el reglamento interno y protocolos acerca del funcionamiento de la cárcel o sección de máxima seguridad, vigentes, al día de hoy, a objeto de dilucidar si se están aplicando medidas correctas.
A juicio de Durana, la institución tiene un manual obsoleto, por lo que es urgente actualizarlo para el tratamiento de personas de alto compromiso criminal que pertenecen a bandas del crimen organizado para quienes la cárcel no es castigo, pues siguen reclutando soldados y extorsionando gente, dentro y fuera de los recintos penitenciarios.
“Si no se controla la delincuencia en las cárceles jamás se hará en las calles. Cualquier política criminal efectiva, parte en las cárceles, no en las calles, por lo que se requiere con urgencia una eficiente política penitenciaria que devuelva los espacios públicos a los ciudadanos”, aseveró el parlamentario.
Finalmente, Durana mencionó que mientras el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) siga exigiendo que los gendarmes exhiban sus nombres a la vista, los delincuentes seguirán haciendo de las suyas en las cárceles, porque en el marco de un procedimiento con algún interno están sujetos a represalias junto a sus familias.