El mundo vive tiempos convulsos con Presidentes y Jefes de Gobierno iletrados, ignorantes, narcisitas, groseros, vulgares y pendencieros.
En este abanico de flores marchitas desataca hoy lo dicho del Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en una conversación con el periodista Jon Lee Anderson de The New Yorker, en la que planteó la absurda idea de construir una cárcel en la Antártica para un centenar de criminales y a cargo de militares.
Según plantea Noboa, esto podría hacerlo ya que tiene acceso a la Antártica: “Tenemos una porción, así que ¿por qué no?. (…) Una prisión para sólo cien tipos”, fueron las palabras de Daniel Noboa.
El periodista le espetó: “Señor Presidente, no es una mala idea, pero creo que las naciones antárticas están sujetas a un tratado y su presencia allí se limita a la investigación científica y cosas similares”, aseveró y Noboa -en su ignorancia total respondió: “Pero investigaré”.