En su necesidad de renovar y recuperar capacidades luego de años de abandono, la Armada argentina está explorando opciones para renovar las diferentes ramas de la institución, habiendo puesto sus ojos en algunas las elecciones hechas en años previos por la Armada de Chile, según relató el contralmirante Carlos María Allievi, jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina.
Así, en el caso de la fuerza de submarinos se está evaluando positivamente al diseño francés Scorpène, mientras que para transporte y asalto anfibio, las opciones recaen entre el diseño coreano Makassar y el de Vard/Fincantieri 7313, en el que se basa el proyecto nacional Escotillón.
En una entrevista con el medio de defensa trasandino Pucará, el contraalmirante Allievi explicó que “en la Armada, la edad promedio de nuestros activos operativos es de más de 40 años. Aunque se utilizan hoy en día, la gran mayoría cuenta con tecnología que se remonta a los años 1970 o 1960. Esto se aplica a todos los componentes de la fuerza naval integrada, a saber, la Aviación Naval, la Infantería de Marina, la Fuerza Submarina y la Armada. Necesitamos pensar en una renovación que debemos lograr en el mediano o largo plazo. Todo lo que es construcción o desarrollo naval implica un proceso de ingeniería y diseño de al menos siete años”.
Submarino usado y elección Scorpène
En este contexto, el jefe naval reconoció que «mi primera prioridad es recuperar la capacidad submarina«, recalcando que por un sentido de urgencias, se busca en lo inmediato un submarino de segunda mano.
«Estamos enviando contingentes de oficiales y suboficiales submarinistas a la Marina de Guerra del Perú, que nos brinda la posibilidad de poder embarcar y hacer las prácticas a bordo. Agradecemos siempre la posibilidad que nos da la Marina de Guerra del Perú de poder embarcar a nuestros submarinistas, pero la verdad que yo no cuento con un submarino, además de hacer sus tareas operativas, que me permita adiestrar a la gente que estoy formado. Estamos tratando de encontrar un submarino usado, que no es fácil, porque una marina que tiene un submarino operativo no lo vende, lo opera hasta que lo pasa a reserva cuando ya tiene un submarino de reemplazo en grada».
Pero obviando esta opción de transición, Allievi detalló que «lo que la Armada estudió y asesoró es el submarino Scorpène, de origen francés, y el submarino 209 Nueva Generación, alemán. Si uno analiza el cono sur, Chile y Brasil tienen Scorpène y el resto de los países, estamos hablando de Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, tienen 209. Como submarino, operativamente tiene mayores aptitudes el Scorpène, la adquisición de ese submarino establecería un equilibrio estratégico del cono sur. Estaríamos nivelados con Brasil y Chile».
Hizo hincapié a continuación que «Argentina ha considerado como mejor submarino al Scorpène, lo cual no quiere decir que se haya tomado una decisión, porque la decisión no es solo técnica y operativa, la orientación que nos ha dado el Ministro de Defensa es buscar que sea con financiamiento externo, para de esa manera no sobrecargar el presupuesto nacional con compras cuando la situación que tiene el país no amerita hacer erogaciones. Más cuando está la posibilidad de que, como ya se ha hecho con los patrulleros oceánicos, un banco financie al astillero y nosotros le debemos a un banco, esa sería la ingeniería financiera».
Transporte y asalto anfibio
Sobre los buques anfibios, el contraalmirante explicó que «me tocó como Comandante de Flota, desarrollar el proyecto DDP y el BAPIN de un LPD. Los buques anfibios se dividen en LPD y LST, los dos cumplen tareas distintas. El LST es como era el ARA Cabo San Antonio que estuvo en Malvinas (SIC), es el que vara en la costa, abre la compuerta de proa y hace el desembarco de vehículos y carga general, es de menor tamaño, unos 100 meteros de eslora y unas 3000 toneladas. El LPD estamos hablando de un buque que en tamaño es diez veces el LST. Perú está construyendo el Paita, Chile los tipo Fincantieri 7313. También como el Tonnerre que vino de Francia, el Atlántico que tiene Brasil o la clase San Giorgio que Italia estaría radiando».
En este contexto detalló que “hemos estado pensando en un LPD, podría ser la clase Makassar o el 7313 de Fincantieri, que puede transportar hasta 8 helicópteros ligeros o medianos, una gran capacidad de transporte aéreo, que en caso de catástrofe, como Los accesos a tierra o aeropuertos colapsados, como ocurrió en el sur de Brasil, permiten un apoyo directo a las zonas afectadas”.
Además, subrayó que «necesitamos un buque anfibio. En realidad, el binomio anfibio, un LST y un LPD. En ese requerimiento, ante la posibilidad de una oferta, se analizará y en qué estado está el buque. Se verá la adquisición de uno nuevo o de una unidad que, si bien esté usada, esté operativa y asegure un período de uso que justifique la inversión. Hay que adiestrar a la gente, capacitarla, salir al mercado a buscar repuestos para ese tipo de buque, porque quizás no sea un buque que nosotros estemos familiarizados o quizá la tecnología tenga distintos mecanismos, motores, que nosotros no tengamos conocimientos. Después ver si hay financiamiento externo».
La Flota de Mar
En cuanto a la renovación de la Flota de Mar, el contraalmirante Allievi explicó que «redactamos un proyecto por dos fragatas multipropósito. Pueden ser las FREMM italianas, francesas o de España. Los documentos tienen esa potencialidad que no direccionan qué buque o submarino, sino que habla de las capacidades y el efecto deseado que tiene que lograr la unidad. Ese BAPIN está presente y es la prioridad dos».
Añadió que «ahora viene la modernización de tres MEKO 360 -recordando que la cuarta de la serie, la ARA «La Heroína», fue dada de baja oficialmente la pasada semana, aunque llevaba casi 15 años fuera de servicio por falta de repuestos-, que su casco tiene 40 años. Ya tenemos el informe técnico de Thyssenkrupp, que fue uno de los constructores de los buques en Hamburgo, que certificó que los cascos están en buenas condiciones. Pero obviamente hay que hacer una reparación de media vida».