Por: Juan Andrés de La Maza Larraín, Almirante Comandante en Jefe de la Armada
Este mes del mar 2024 tiene un significado y una trascendencia más allá del acto heroico que ha proyectado el ejemplo de Prat, Condell, Serrano y de todos aquellos marinos que le dieron un sentido de desarrollo y pertenencia al mar.
Además este Mes del Mar tiene un profundo sentido con el ethos de quienes elegimos la vida naval y militar, que se refrenda en el juramento que hacemos: ‘Rendir la vida si fuese necesario’, tal como lo hicieron los marinos de mayo de 1879, que entregaron su vida en servicio a la nación y a sus conciudadanos; porque la vida de todos los uniformados y de todo servidor público es al servicio de Chile, así se ha entendido desde la fundación de la República hasta nuestros días y que mejor ejemplo en este mes, reconocer la abnegada entrega que hacen nuestros policías, marinos, aviadores y soldados a lo largo y ancho del territorio nacional y en el extenso mar que custodiamos los más de 25 mil hombres y mujeres de la Armada de Chile resguardando la soberanía nacional.
De cara al mar
Chile es un país que mira, que se relaciona y depende justamente del mar, y es en esta perspectiva que este año, en particular, nos planteamos como Marina y como nación qué queremos como país marítimo, qué querían los padres fundadores de Chile y el Comandante Arturo Prat en particular, respecto a ese mar que tranquilo nos baña, como dice nuestro himno nacional.
Es en esta lógica que planteamos un anhelo de todo país que se dice marítimo: el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN) que no es es otra cosa que, primero reconocer que nuestro desarrollo en el futuro próximo, es decir en los siguientes 50 años, depende de cómo planteamos nuestra relación con el mar y que rol jugará nuestra industria naval, con una construcción multidimensional y multisectorial.
Porque la construcción naval no es solo buques para la Armada, sino que también, para la pesca, la investigación, el turismo y el deporte. Es un complejo polo de desarrollo permanente para las regiones que tienen y podrían contar con astilleros y que conlleva una extensa cadena de servicios; es decir reactivar toda una cadena productiva e industrial; un circulo virtuoso en que interactuará la I+D+i+e, tal como lo ha demostrado ASMAR que ya ha construido más de 50 buques y ahora se prepara para el gran salto: construir la flota de la Marina de la segunda mitad del Siglo XXI.
Es en este contexto que la construcción del rompehielos “Almirante Viel”; marca un hito para este plan que ya tiene un muy buen comienzo ya que se encuentra realizando la pruebas de mar.
Así, el PNCCN será un motor efectivo de desarrollo, y descentralización productiva para la República y es un plan en que el Estado en su conjunto desarrollará una fortaleza país con una industria estratégica multisectorial, y esto no es nuevo, los grandes países costeros así lo han entendido hace siglos. Es cosa de mirar a Alemania, China, EE.UU., España, Francia, Japón, Reino Unido, los países escandinavos y otros; que han sido y son modelos exitosos, por eso, no es antojadizo que hablemos -por ejemplo- del primer “astillero antártico” que nuestro país tiene en Punta Arenas.
Porque somos la puerta de entrada más cercana a la Antártica hemos desarrollado una potente infraestructura logística que nos permite operar en todo tiempo en el continente blanco con nuestro “trinomio antártico” conformado por el Viel, el remolcador Lientur y el patrullero Fuentealba.
Además, como país tricontinental, tenemos una tremenda responsabilidad como custodios y protectores de mar y de extensas Áreas Marinas Protegidas que representan más del 42% del territorio marítimo nacional, que incluyen los parques marinos del Archipiélago de Juan Fernández y Cabo de Hornos; las reservas marinas costeras de múltiples usos en Rapa Nui, Tortel y Seno Almirantazgo.
Ademas del rol de vigilancia y fiscalización oceánicas par dar seguridad a la navegación y evitar operaciones delictuales y la pesca ilegal y el crimen organizado marítimo, la Marina tiene otro rol, para muchos desconocido y que tiene que ver con nuestro compromiso de preservar el medioambiente marino.
En este escenario no podemos dejar de mencionar que después de más de una década, se ha logrado un hito relevante: la ampliación de la planta de la Policía Marítima, que significará más profesionales para esta noble tarea como custodiar y proteger nuestro mar, lagos, ríos, puertos y caletas de Chile.
Es por eso que en este Mes del Mar reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo de una cultura marítima que comenzó el día de la fundación de Chile y que se afianzó con el ejemplo de Prat que hizo suyo lo que Bernardo O’Higgins escribiera “El porvenir de Chile está en el mar”.