Al término de la audiencia, el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, valoró la sentencia de cárcel que le fue dictada a Héctor Llaitul, pero descartó que ello implique que la CAM esté siendo desbaratada.

El persecutor regional sostuvo «que la investigación fue muy acuciosa, se realizó en términos objetivos y respetando los derechos de las personas involucradas».

Recalcó que se trató de un trabajo conjunto y muy coordinado entre las fiscalías de la Macrozona sur y la PDI, haciendo hincapié en que «esta sentencia refleja precisamente el trabajo que hemos efectuado».

Definió además la sentencia como un «hito importante», pero aseguro que no es de «ninguna forma el final del trabajo que está realizando la Fiscalía«.

Por otra parte, descartó que con la condena de Llaitul se pueda hablar de que la CAM esté siendo desbaratada.

En ese sentido, explicó que “esta es una orgánica que opera hace mucho tiempo, que tiene personas que simpatizan con ella y que, obviamente, van a estar dispuestos a seguir operando en la zona, que no renuncian a la vía violenta y a la declaración de guerra como una forma de acción”.

Al respecto, Garrido comentó que los únicos beneficiados con esta violencia son los integrantes de organizaciones de este tipo, por lo tanto, “como han labrado una forma de subsistencia a través de los delitos que cometen, es probable que continúen en la misma senda y por eso nuestro desafío es reorganizarnos también, estar muy atento a la forma y a los mercados delictuales que pretendan abordar para poder perseguirlos y obtener sentencias como la que acabamos de conocer el día de hoy”.

Garrido explicó finalmente, que“hay una serie de antecedentes que se recopilaron en esta indagatoria y que han permitido realizar otras, donde trabajamos muy coordinadamente también con otras fiscalías regionales de la Macrozona Sur, y esperamos que esas mismas diligencias e investigaciones puedan dar prontamente también resultados en términos de imputaciones y de condenas”.