Por: Alberto Barrera***
Hoy, el Gobierno discute cuál será el mensaje que permita al Presidente Boric cumplir con algunas de las promesas que realizó cuando estaba de candidato. Una de las posibles noticias es anunciar la condonación del CAE (Crédito con Garantía Estatal); de lo cual, es seguro los beneficiados aplaudirán a rabiar. Los que ya pagaron, de los cuales muchos lo hicieron con gran esfuerzo y privándose de muchas cosas que necesitaban o deseaban, quedarán con un sentimiento al menos raro. Seguramente, muchas familias que han esperado largo tiempo para ser compensadas o ayudadas en sus grandes necesidades se preguntarán porque nuevamente la autoridad beneficia a unos en desmedro de otros.
Esto es el abuso a los cuales, lamentablemente, los ciudadanos nos hemos ido acostumbrando; desde que nos levantamos hasta que regresamos a nuestros hogares al descanso necesario.
El abuso recorre el país, las instituciones y las organizaciones. Como el que hicieron y hacen los dueños de las ISAPRES que ya se repartieron todo el dinero acumulado que robaron a cientos de sus clientes y ahora esperan que el Estado, o sea todos los contribuyentes, los rescaten. Hasta el abuso más pequeño hace daño, como el que hace quien denigra al trabajador por solo tener un cargo mayor y se cree con facultades y permiso para gritarle en medio de las faenas laborales. El abuso está presente en nuestra sociedad y mientras más grande esté sea, menos consecuencias tendrá en quienes cometen este abuso y más grande se hace la problemática de la salud mental en el país.
Recordemos algunos: las colusiones de grandes empresarios, las AFP, las ISAPRES, los intereses abusivos que miles de usuarios deben pagar por los créditos del retail, el abuso de las autopistas y tantos y tantos más que hacen que la lista sea interminable.
¿Cuándo terminaremos con el abuso diario? Será cuando instituciones se empiecen caer a pedazos; como le ha pasado a la Iglesia Católica que pasó de ser una institución robusta, querida, respetada, protectora y creíble, a una que hoy están en los peores niveles de credibilidad de su historia. Asi como también hoy le sucede a nuestro Parlamento.
No permitamos que todas nuestras Instituciones caigan en la descredibilidad porque será tarde para recoger al país como lamentablemente ya sucede, en ciertos sectores será el crimen organizado quien reemplace al Estado. Por ello NO permitamos seguir estando ciegos al abuso. Si el Presidente, para dejar contentos a unos pocos, permite que junto a los que han pagado con sudor y sangre su instrucción profesional, hayan otros que de seguro tienen mejores condiciones laborales que tantos abusados; se les condone así como así el CAE. Igualdad no es lo mismo que equidad.
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