La Secretaria de Estado y cuatro rectoras de la Corporación de Universidades Privadas, junto con la Jefa de la División de Universidades del Mineduc, abogaron por una mayor inclusión femenina en la ciencia y la tecnología durante la instancia. Reflexiones sobre la importancia de la diversidad en la academia y el impacto de los sesgos de género en la inteligencia artificial (IA) marcaron el debate del Conversatorio que contó con un amplio número de participantes.
En el marco del Mes de las Mujeres, el Conversatorio “Sesgos de género en la academia: Reflexiones en el Día Internacional de las Mujeres” fue un relevante espacio de reflexión sobre la participación de las mujeres en la ciencia, la tecnología y la academia. Organizado por el Comité de Género, Inclusión y Equidad de la Corporación de Universidades Privadas (CUP), el evento, que congregó a un importante número de participantes tanto en formato presencial como a distancia, se llevó a cabo en el Auditorio de la Casa Central de Universidad de Las Américas.
La jornada fue inaugurada por el presidente de la CUP, rector Cristian Nazer, quien enfatizó en que el consorcio educacional que lidera es “consciente de esta problemática” tratada en el Conversatorio, razón por la cual “estamos comprometidos con la promoción de una academia más inclusiva, equitativa y democrática. Por eso, hemos impulsado diversas iniciativas para visibilizar, prevenir y erradicar los sesgos de género en nuestras instituciones”, indicó.
Inmediatamente después, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry Escudero, subió al escenario para compartir un dato revelador: en Chile, solo el 35% de las mujeres con doctorado ha publicado artículos, respecto del total de autores. En sus palabras, «una ciencia que no tiene la diversidad que le corresponde es una ciencia peor». Llamó a avanzar en una política de Estado que incentive la participación de mujeres en distintas áreas de la ciencia, enfatizando la importancia de la inclusión femenina como un tema de justicia fundamental.
En cuanto a la, Etcheverry señaló que «la no discriminación es un elemento que observamos con gran interés en la Ley de Inteligencia Artificial», subrayando que una IA más inclusiva y diversa beneficia a toda la sociedad, materia que resulta particularmente relevante para el gobierno en curso, indicó.
Acto seguido tuvo lugar el panel de conversación “Inteligencia Artificial: masculinidades, una invitación y reflexión necesaria”, liderado por cuatro rectoras de la CUP: Pilar Romaguera Gracia, de Universidad de Las Américas; Claudia Peirano Rodríguez, de la Universidad Santo Tomás; Marigen Hornkohl Venegas, de la Universidad Miguel de Cervantes; y Eva Flandes Aguilera, rectora de la Universidad SEK. El panel fue moderado por la jefa de la División de Educación Universitaria, María Elisa Zenteno.
Durante su intervención, la rectora Romaguera resaltó que una IA con mayor participación de mujeres es más diversa y, por ende, mejor. Además, invitó a sumarse “a las mujeres a este campo” y destacó la presencia femenina en la CUP como un sello distintivo del consorcio educacional.
Por su parte, la rectora Flandes ahondó en la importancia de saber utilizar la IA de manera adecuada y promover prompts (instrucciones) con perspectiva de género. También destacó la necesidad de que “más mujeres utilicen la IA y que esta tenga una voz femenina”, sostuvo. Del mismo modo, ante el dato de que dos de cada 10 mujeres escogen áreas de Ciencias y Tecnología para su desarrollo profesional, sostuvo que “hay que pensar que el problema lo tenemos más atrás, en la formación inicial”.
Sus pares de Santo Tomás, Claudia Peirano, y de la Universidad Miguel de Cervantes, Marigen Hornkohl, coincidieron en la urgencia de una mayor comprensión y participación de las mujeres en la ciencia y la tecnología. La rectora Peirano destacó la necesidad de medidas concretas como la implementación de salas cuna universales y “una mayor comprensión y participación de las mujeres en la ciencia y tecnología. Falta mucho para generar condiciones para que mujeres académicas puedan desarrollar su trabajo a la par de los hombres”, mientras que la rectora Hornkohl hizo hincapié en la importancia de abordar la desigualdad de género desde la educación superior y la ciencia.
“Existe un drama que vivimos las mujeres en relación con las labores de cuidado y la falta de tiempo. Existe esta injusticia en la organización social, un nudo estructural de la desigualdad de género. Creo que es un tema no menor para abordarlo como una tarea de Estado. Debemos buscar modelos académicos más flexibles, especialmente para las mujeres”, precisó la rectora Hornkohl; algo que también enfatizó la rectora Romaguera: “un desafío es establecer sistemas formativos no lineales, hay que sacarse del imaginario que quienes ingresan a la universidad son chicos jóvenes salidos del colegio. Esta trayectoria lineal es verdad solo en los deciles altos”, sostuvo.
El evento concluyó con la reflexión sobre la necesidad de generar condiciones para que las mujeres académicas puedan desarrollar su trabajo en igualdad de condiciones, así como la búsqueda de modelos académicos más flexibles que se adapten a las trayectorias diversas de los estudiantes.