Previamente anunciamos como el gobierno argentino reaccionó ante la creciente crisis de seguridad que se vive en la ciudad de Rosario, con la ministra de Seguridad Patricia Bullrich anunciando el despliegue de efectivos federales apoyados por unidades de las Fuerzas Armadas, según confirmó la propia secretaria de Estado trasandina junto a su par de Defensa, Luis Petri.
Pero como sucede en Chile, el anunciado despliegue conjunto de fuerzas policiales y militares (que Bullrich adelantó que solo «es el número para comenzar») solo trajo alarma al interior de las FF.AA. trasandinas, las que sin identificar ninguna de sus fuertes internas, dieron a conocer algunas de las mismas preocupaciones que transmitieron sus pares chilenos en la reunión del Cosena.
Según reveló el medio digital argentino Infobae, «por estas horas la comunidad militar muestra más preocupación que enojo. Un alto jefe de las Fuerzas Armadas lo explicó ayer mismo de la siguiente forma. ‘El sistema de formación del personal militar en la actualidad no le otorga a oficiales o suboficiales la más mínima noción sobre métodos o procedimientos para desarrollar operaciones relacionadas con la seguridad interior. Nuestro entrenamiento y el armamento que utilizamos persigue el exterminio del enemigo, no su apresamiento (salvo en caso de rendición). No hacemos inteligencia criminal y no estamos capacitados para usar fuerza moderada. Es más, hasta nuestros vehículos se comportan torpemente en un escenario citadino’, advierten».
De acuerdo a la legislación vigente en el vecino país, el portal de noticias de defensa argentino Zona Militar alude a la Ley Nº 24.059 de Seguridad Interior, sancionada el 18 Diciembre de 1991, la que contempla ante situaciones de excepción, la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad. En especial, el articulo 27 señala: En particular el Ministerio de Defensa dispondrá en caso de requerimiento del Comité de Crisis- que las fuerzas armadas apoyen las operaciones de seguridad interior mediante la afectación a solicitud del mismo, de sus servicios de arsenales, intendencia, sanidad, veterinaria, construcciones y transporte, así como de elementos de ingenieros y comunicaciones, para lo cual se contará en forma permanente con un representante del Estado Mayor Conjunto en el Centro de Planeamiento y Control de la Subsecretaría de Seguridad Interior.
Ante la diferencia de competencias entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad, por naturaleza particular de ambas, el Ministerio de Seguridad determinó mediante la resolución 107/2024 la creación de un Comité de Crisis, para la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe. El mismo se encuentra presidido por la Ministra de Seguridad y copresidido por el Gobernador de la Provincia de Santa Fe y estará integrado por los titulares de la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina, la Policía Federal Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal, con vigencia desde el 9 de julio de 2024.
Este comité, en concordancia con la normativa vigente en materia de seguridad, se basa en el Art. 13 de la Ley 24.059 Artículos 13, 23, 24 y concordantes.
Al invocarse el Art. 27, respectivo al requerimiento de apoyo de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad interior, el Ministro de Defensa Luis Petri mantuvo reuniones de coordinación acompañado por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA. brigadier general Xavier Julián Isaac; del Ejército, general de brigada Carlos Alberto Presti, de la Armada, contraalmirante Carlos María Allievi y de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Luis Mengo, con la finalidad de iniciar la coordinación de unidades y medios a desplegarse.
En ese contexto, desde el interior de las FFAA trasandinas recalcan que «existe un precepto militar fundamental que indica que una operación militar debe reunir tres condiciones para ser llevada adelante: aptitud, factibilidad y aceptabilidad (en la jerga militar se lo conoce como AFA). Resulta evidente que las FFAA del presente no podrían cumplir con este precepto básico en modo alguno».
Las dudas militares se refuerzan en el hecho de que el máximo ofrecimiento que el ministro de Defensa Luis Petri les ha hecho es una modificación del actual decreto reglamentario de la Ley de Defensa que -al margen de la ley de seguridad– circunscribe el accionar militar a “repeler ataques de fuerzas regulares estatales extranjeras”.
Desde los cuarteles aseguran que un decreto de estas características no es suficiente, aludiendo el expresidente interino Ítalo Luder quien firmó un decreto para dar inicio al Operativo Independencia en Tucumán con las consecuencias ya conocidas a mediados de los años 70.
“Un decreto tiene gusto a poco” resumen. No obstante, ni ese decreto pudo conseguir el actual Ministro por el momento. En este contexto, no han sido pocas las voces de altos mandos militar que han expresado su rotunda negativa a desplegarse operativamente en la ciudad de Rosario. De hecho, el último intento realizado por el expresidente Alberto Fernández en 2020 terminó en un rotundo fracaso. “Los militares no estamos preparados para cumplir tareas de seguridad en la calle”, manifestó reiteradamente el Teniente General Paleo desde su cargo de Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA cuando la excandidata – hoy ministra de seguridad- Patricia Bullrich pregonaba en campaña electoral sus ideas al respecto.
Según se detalla en Infobae, en actual la modalidad operativa de las FFAA trasandinas, las fuerzas adiestran y alistan sus medios y personal y los ponen a disposición del Estado Mayor Conjunto que es el organismo que lleva adelante las operaciones en cualquier escenario.
«Este modus operandi hace que por estas horas la fuerza con más posibilidades de ser movilizada al teatro de operaciones Rosario sea el Ejército. La responsabilidad de cualquier hecho o daño colateral que este desplazamiento implique recaerá en el Brigadier General Isaac. El aviador lo sabe, el ministro lo sabe y los jefes o oficiales involucrados lo saben», apunta Infobae.
En ese complejo escenario se recuerda que «se les ha prometido a los militares fijarles reglas de empeñamiento (Reglas de Acción, variante argentina equivalente a las Reglas de Uso de la Fuerza en nuestro país que están aun en el congelador) claras y que no los pondrán frente a frente con el “enemigo narco”. No les queda otra alternativa que prestar atención a los anuncios públicos que realizarán las máximas autoridades de seguridad y defensa para luego obrar primero en defensa propia y recién después en apoyo a la seguridad de los demás».
(Con información de Infobae, Diario La Capital de Rosario y Zona Militar)