El grupo terrorista Estado Islámico (EI) se atribuyó en las últimas horas la responsabilidad del ataque con armas de fuego en una sala de conciertos de Moscú, en donde hubo al menos 40 muertos y un centenar de heridos.

A través de un comunicado en Telegram, el grupo terroristas indica que “los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”.

Varios hombres armados abrieron fuego en un concierto de rock en un suburbio del norte de Moscú, matando al menos a 40 personas, hiriendo a 100 y provocando un infierno en el teatro, informaron las autoridades.

Los atacantes vestidos con uniformes de camuflaje ingresaron al edificio, dispararon contra las personas que estaban en el lugar y arrojaron una granada o bomba incendiaria, según informó un periodista de la agencia de noticias RIA Novosti que se encontraba en el lugar.

Las autoridades rusas mencionaron que se había iniciado una investigación “terrorista” y que el presidente Vladimir Putin estaba recibiendo actualizaciones “constantes” sobre el ataque, según su portavoz Dmitry Peskov.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, fue el primero en informar sobre la dimensión del ataque, indicando que “hoy se produjo una terrible tragedia en el Crocus City. Ofrezco mis condolencias a las familias de los fallecidos”.

A su vez, el patriarca ortodoxo Kirill afirmó que “reza por la paz de las almas de los difuntos”, señaló su portavoz.

Varios videos compartidos en redes sociales muestran a la gente, que estaba disfrutando de un show del grupo Piknik, huir del lugar mientras otros pedían ayuda.