Varios alcaldes de la región Metropolitana solicitaron este lunes, el primero del 2024, al fiscal nacional, Ángel Valencia, la destinación provisional de las denominadas “casas narcos” en los casos que se investigan por narcotráficos para que sean usadas como espacios destinadas a la comunidad.
La iniciativa fue presentada por Mauro Tamayo, alcalde de Cerro Navia; Gonzalo Montoya, alcalde de Macul; Paulina Bobadilla, alcaldesa de Quilicura; Joel Olmos, edil de La Cisterna; Karina Delfino, alcaldesa de Quinta Normal; Cristóbal Labra, alcalde de San Joaquín y Gustavo Toro de San Ramón.
Montoya dijo a 24 Horas que “valoramos muchísimo esta iniciativa que se ha hecho en Cerro Navia, creemos que es absolutamente replicable a nivel nacional, solicitando al fiscal nacional que instruya a los fiscales regionales y de cada comuna, para poder desarrollar este tipo de iniciativas”.
En tanto, Tamayo llamó al fiscal Valencia “a poder instruir a todos los fiscales del país para que casas como ésta, en esta casa durante 30 años se traficó, y la Fiscalía le pidió al tribunal de forma provisional entregarnos esta casa y finalmente se trasforma en un espacio de seguridad parte del plan cuadrante municipal”.
En ese sentido, señaló que la casa se demoró dos meses en pasar a manos del municipios, indicando que “el fiscal Sebastián Gana solicitó al tribunal entregar en forma provisional, mientras dura la investigación, mientras se determina si la casa que estaba acá fue obtenida con recursos del narco. Mientras dura esa investigación, que pueden ser muchos años, nosotros vamos a estar haciendo ocupación de esta casa”.
A su vez, la alcaldesa Defino mencionó que “la iniciativa del alcalde Tamayo y creo que es una buena señal que hoy día iniciando este año 2024 estemos compartiendo distintas iniciativas que pueden servir a nuestras comunas”.
Al respecto, sostuvo que “muchas veces los vecinos denuncian y denuncian puntos de tráfico de drogas, que no es solamente tráfico de drogas, también son tiroteos, fuegos artificiales, uno ve armas, entonces al final vivir con eso es un infierno. Y yo creo que esa propiedad se puede utilizar de buena manera en este caso como un punto de seguridad, pero puede ser una sede comunitario, puede ser utilizado para deportes, cultura. Yo creo que es algo muy positivo”.