Con un repaso a los logros de su Gobierno durante el 2023 y un llamado al diálogo político para 2024, el Presidente Gabriel Boric entregó a través de una cadena nacional publica su saludo de vísperas de Año Nuevo al país.

Proyectando el devenir de lo que será su administración para 2024, el Mandatario hizo hincapié en que «hay buenas razones para mirar el 2024 con esperanzas y para que esas esperanzas se concreten, Chile nos pide a todos generosidad, grandeza y altura de miras».

En ese contexto recalcó que «si en la política somos capaces de salir de las trincheras y nos escuchamos, dialogamos, ponemos a la patria y a su gente por sobre cualquier consideración, estoy seguro que podemos llegar a importantes acuerdos que vayan en beneficio de ustedes».

Texto completo del saludo presidencial

Queridos compatriotas:

En unas horas más cuando llegue la medianoche, las familias chilenas se abrazarán y compartirán sus buenos deseos y esperanzas para el año nuevo que se inicia.

En algunos hogares, de seguro, estarán todos reunidos; en otros se recordará al padre, a la madre o al abuelo que han partido recientemente; o quizás al familiar o amigo, que están a la distancia; y habrá quienes pasen solos esta noche.

Quisiera decirles que pueden sentir el calor y el cariño de una comunidad entera, de Chile, que nos necesita y nos une a todos.

Es ese mismo cariño y reconocimiento que quiero transmitirles muy especialmente a quienes esta noche están trabajando en hospitales y consultorios, en comisarias y cuarteles de bomberos, o en actividades productivos y de servicios que no pueden interrumpirse.
Quiero que sepan que estamos profundamente orgullosos y agradecidos de ustedes. Eso es hacer patria.

En esta noche de balances y de esperanza, quiero que sepan que estoy muy consciente de las oportunidades y de los problemas cotidianos que viven las familias chilenas. Sé, también, porque ustedes mismos me lo han contado, de sus temores y anhelos, de cómo a muchos les cuesta llegar a fin de mes, de la legítima aspiración a un futuro mejor para sus
hijos y nietos, de las preocupaciones y sueños compartidos de los jóvenes de Chile.

Parte importante de nuestro trabajo en estos dos años de Gobierno se ha centrado en mejorar la seguridad, fortaleciendo nuestras policías, recuperando espacios públicos y haciendo frente, sin titubeo, al narco y al crimen organizado.

Lo seguiremos combatiendo estén donde estén, tal como hemos demostrado justamente esta semana, desarticulando células de peligrosas bandas criminales, deteniendo a personas con órdenes pendientes o recuperando vehículos robados y decomisando grandes cantidades de droga.

Otra prioridad ha sido hacernos cargo de las incertidumbres y precariedades económicas y sociales de los chilenos y chilenas.

Hemos logrado estabilizar nuestra economía, generando condiciones sólidas para retomar una senda de crecimiento económico, de inversión y de más y de mejores empleos.

Pasamos de un máximo preocupante de inflación de 14,1% anual el 2022 a un 4,8% de hoy y el próximo año debiéramos llegar a la meta del 3%.

El país no entró en recesión como algunos pronosticaron insistentemente y el próximo año Chile va a volver a crecer con fuerza.

Logramos un acuerdo histórico público-privado que hará posible el desarrollo del litio en el Salar de Atacama, con una participación mayoritaria del Estado. Y es que, así como lo ha sido el cobre, el litio será también un sueldo para Chile.

Nuestra economía ha sido reconocida como una de las diez más sólidas de la OCDE.

Todas estas son buenas noticias que reflejan un trabajo serio, responsable y bien hecho, pero no estaremos satisfechos, y personalmente no estaré satisfecho, hasta que las buenas cifras entren a todos y cada uno de los hogares y se expresen en el bienestar de las personas y familias, en mejores salarios, en empleos decentes, en menos deudas y más ahorro.

Para eso estamos trabajando día a día. Lo que distingue a nuestro Gobierno es que el necesario proceso de ajuste económico no lo hicimos, como suele ocurrir, traspasando el costo a los sectores más vulnerables, a los trabajadores y a las capas medias.

Por el contrario, subimos el salario mínimo, bajamos el gasto en salud de las familias con el copago cero en Fonasa, establecimos la jornada laboral de 40 horas e implementamos el Bolsillo Familiar Electrónico.

También, reajustamos, después de cerca de diez años, la Beca BAES o la JUNAEB.

En otros aspectos importantes para la ciudadanía, aprobamos la Ley TEA, facilitamos el cobro de las deudas de alimentos con la Ley de Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de Deudas de Pensiones de Alimentos mejor conocida como Ley “Papito Corazón”, aprobamos la Ley de Conciliación Laboral y recuperamos la economía y ayudamos a las familias tras los incendios y las inundaciones.

También, estamos combatiendo la corrupción venga de donde venga.

Cómo olvidar el éxito y orgullo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, entre tantas otras cosas que se han hecho.

Todas estas son mejoras que ustedes, queridas y queridos compatriotas, pueden comprobar de modo concreto durante este año. Facilitar el diario vivir de los chilenos y chilenas que trabajan aumentando su seguridad económica, logrando una mejor seguridad social y construyendo una robusta seguridad ciudadana para que se sientan orgullosos de vivir en Chile es el objetivo de mi Gobierno, porque nuestro país quiere y merece paz, bienestar y justicia.

Hay buenas razones para mirar el 2024 con esperanzas y para que esas esperanzas se concreten, Chile nos pide a todos generosidad, grandeza y altura de miras. Si en la política somos capaces de salir de las trincheras y nos escuchamos, dialogamos, ponemos a la patria y a su gente por sobre cualquier consideración, estoy seguro que podemos llegar a importantes acuerdos que vayan en beneficio de ustedes.

Tengo claro que la gente espera soluciones de la política, no mezquindades ni peleas.

Hagamos el esfuerzo para que este 2024 sea recordado como el año en que logramos finalmente un alza importante de las pensiones de las personas mayores. Acordemos un Pacto Fiscal que nos permita crecer, generar más empleos e inversión y contar de forma permanente y responsable con los recursos necesarios para dar mejor salud, cuidados y seguridad.

Hoy, cuando abracen a sus seres queridos, los invito a pensar en este Chile que tanto amamos, a detenerse un momento y a ponderar lo que cada uno de nosotros y nosotras podemos hacer para que nuestra patria sea un lugar más amable, más dialogante, más justo y solidario.

Los invito a mirarnos a los ojos con cariño y esperanza y a comprometernos para trabajar unidos por hacer de nuestro país el lugar de paz y prosperidad que tanto anhelamos.

Reciban mi fraterno abrazo.

Muchas gracias, buenas noches.
¡Qué viva Chile!