En medio de la crisis de seguridad existente en el país, el presidente Gabriel Boric encabezó la actividad de destrucción de más de 25 mil armas de fuego como parte de las medidas para abordar esta problemática en el país.
Acompañaron al Mandatario la ministra de Defensa, Maya Fernández, y el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, además de autoridades militares.
Esta acción, desarrollada en las planta Colina de AZA, se enmarcó en la programación anual de la Comisión Nacional de Material de Guerra de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública.
En la actividad, el presidente comentó que “un país que tiene menos armas en las manos equivocadas, es un país más seguro“.
“Hoy día, vamos a destruir 25 mil armas y otros accesorios, lo que representa el mayor número de armas destruidas desde 1990 y un 39% más que el año pasado. Esto lo hacemos porque sabemos que la seguridad, tanto social, económica y ciudadana, así como el orden público, son prioridades para los chilenos y chilenas”, explicó.
En la misma línea, aseguró que la masiva destrucción de armas de fuego es un paso importante para brindar seguridad a la ciudadanía.
Del total de armas destruidas, 8 mil fueron decomisadas por las policías y los tribunales de justicia, 13 mil entregadas voluntariamente a la Dirección General de Movilización Nacional y cerca de 3 mil que corresponden a armamento fiscal, que está siendo dado de baja por las instituciones policiales.
Al respecto, Boric hizo hincapié en que «miles de armas que ya no van a estar disponibles para narcotraficantes, para delincuentes, para personas que quieran intimidar o utilizarlas de mala manera. Esto es un trabajo coordinado, como pueden ver en quienes están presentes hoy acá, entre diferentes instituciones del Estado, entre la decisión del Gobierno de avanzar en esta dirección, entre el mundo público y privado uniéndose para generar mayor seguridad en nuestro país y las Fuerzas Armadas que cumplen un rol tremendamente relevante en esta materia».