El 29 de noviembre la Argentina publicó «Libro Blanco de la Defensa 2023″, en el que -según la nota oficial trasandina- se analizan los lineamientos de la política de Defensa Nacional y el rol de las Fuerzas Armadas en el escenario geopolítico global y regional. Esta cuarta edición del Libro Blanco es una muestra del compromiso de los Estados de América Latina por el mantenimiento de la paz, apelando a instrumentos de transparencia y confianza mutua.
Pero lo que no dice este libro «blanco» es que reivindica el expansionismo territorial trasandino sobre territorio y reclamaciones de Chile además de dar como aceptada internacionalmente la supuesta Plataforma COntinental Extendida e informa que refuerza su presencia militar en zonas cercanas a Chile, lo que sin duda debería ser un tema de análisis serio de parte de las autoridades de Defensa de Chile.
En sus más de 300 páginas -reseña la nota oficial del Ministerio argentino-, también se destaca el fortalecimiento de las operaciones de vigilancia y control en zonas estratégicas como el Atlántico Sur y las Islas (NE Infogate: Islas bajo soberanía británica como son las Falkland), a través de la creación del Comando Conjunto Marítimo y de la instalación de radares en las ciudades de Río Grande y Trelew. Asimismo se subraya el impulso a la presencia argentina en la Antártida con la recuperación de la Base Conjunta Petrel como Base permanente y la construcción de nuevos laboratorios multidisciplinarios. Por otro lado, esta edición también pone el foco en el despliegue territorial, donde se menciona el sustancial incremento del número de soldados voluntarios para completar las dotaciones de distintos elementos del país y la instalación de las nuevas Guarniciones en provincias donde no había presencia del Ejército como Tierra del Fuego y Catamarca».
Los riesgos para Chile
En su Pág. 41 y que continúa en la Pág. 43, el documento señala:
«I.3.3. Límite exterior de la plataforma continental: La Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) creada por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) aceptó como válida la demostración científica presentada por nuestro país en sustento del límite exterior de su plataforma continental. A partir de la reciente demarcación aprobada por el Congreso de la Nación, la plataforma continental se extiende ahora, en algunas zonas, más allá de las 350 millas marinas desde las líneas de base. El nuevo límite exterior de la plataforma continental confirma el control soberano del país en una extensa zona en la que Argentina ejerce derechos de soberanía sobre los recursos vivos y no vivos del lecho y subsuelo del mar, sumándose 4.700.000 km2 comprendidos dentro de las 200 millas marinas. De este modo, el trabajo científico técnico llevado a cabo con profesionalismo y dedicación ha generado certezas respecto de la extensión geográfica sobre nuestros derechos de soberanía. Dado el panorama de intereses, potencialidades y escenarios planteados, la planificación y construcción de capacidades para la Defensa argentina y el sostén logístico de su actividad antártica, deben considerar como partes integrantes de un mismo sistema geoestratégico a la Patagonia argentina; al Sector Antártico nacional; al Atlántico Sur; y a las islas Malvinas (NE Infogate: Falkland por estar bajo soberanía británica) , Georgias del Sur, Sandwich del Sur; y los espacios marítimos e insulares correspondientes….»
Reivindicación argentina sobre el territorio antártico
La Argentina reivindica su soberanía sobre el denominado “Sector Antártico Argentino”, definido por el paralelo 60 º Sur y el Polo Sur, y los meridianos 25 º y 74 º de longitud Oeste. Estos dos últimos corresponden a los límites extremos longitudinales de la Argentina: 74 º Oeste marca el punto más occidental del límite con Chile (el Cerro Bertrand, provincia de Santa Cruz) y el meridiano 25 º Oeste corresponde a las islas Sandwich del Sur (provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur). La superficie del Sector Antártico Argentino es de aproximadamente 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km² corresponden a tierra firme. Nuestro país fundamenta su reclamo sobre este sector en virtud de múltiples elementos, entre los que se destacan, la contigüidad geográfica y continuidad geológica con el territorio argentino; la instalación y ocupación permanente de bases antárticas; el desarrollo de actividad científica por más de un siglo; y la herencia histórica de España, entre otros. El Sector Antártico Argentino forma parte del territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Ley 23.775), aunque está sujeto al régimen del Tratado Antártico, firmado en 1959. En aquel momento, siete de los doce signatarios originarios del Tratado, incluida la República Argentina, sostenían reclamos de soberanía en distintos sectores de la Antártida. El artículo IV del mencionado Tratado contiene una salvaguarda de las reivindicaciones de soberanía respecto de la Antártida, así como, de sus fundamentos. La Argentina es parte consultiva del Tratado Antártico desde su entrada en vigor en 1961. Dentro del Sector Antártico
Argentino, nuestro país administra 13 bases o estaciones, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano).
En la Pág. 42 publica el controvertido mapa en que superpone la pretensión antártica sobre la de Chile y la del Reino Unido cuya proyección se la dan las Falkland.