Conoce las distintas alternativas e incentivos que se han activado desde el gobierno y el sector inmobiliario para disminuir la carga de pago de pie y del crédito hipotecario.
Las recientes alzas en la tasa de los créditos hipotecarios han impactado en la decisión de compra de muchas familias, que ven más lejano el sueño de la vivienda propia. Por esa razón, tanto el gobierno como las inmobiliarias han puesto en acción una serie de medidas para mitigar las actuales condiciones de financiamiento, ayudando a las personas acceder a una propiedad nueva y reactivar el mercado.
Incentivos estatales
“La garantía del FOGAES, en vigencia desde abril, ha favorecido que bancos e instituciones estén entregando mejores condiciones, aumentando a 30 años el plazo de los créditos y volviendo el financiamiento hasta el 90%”, señala Ana María del Río, gerente Comercial de Siena Inmobiliaria, indicando que el mayor plazo y monto de los hipotecarios tienen un efecto más importante a la hora de disminuir el dividendo, que la tasa de interés vigente, que en octubre promedió 4,7% según el Banco Central.
Por otra parte, el 1 de diciembre empieza a regir el nuevo subsidio tributario transitorio que, al igual que el beneficio anterior, está dirigido a la compra de viviendas nuevas con entrega inmediata o pronta entrega. “Es una buena medida porque mitiga el costo del financiamiento de aquellas personas compren a partir de esa fecha, incluyendo las que firmaron una promesa a contar del 16 de octubre de 2023, y tengan inscripción en el Conservador de Bienes Raíces antes del 1 de octubre de 2024. Funciona como un crédito reembolsable en la devolución de impuestos por cinco años, que puede ser de hasta $1 millón anual, dependiendo del tramo de ingreso que cada persona esté”, explica Ana María del Río.
Además, la ejecutiva destaca el subsidio tributario que es compatible con el FOGAES y con el beneficio tributario del art. 55 bis de rebaja del gasto en intereses hipotecarios de la base imponible del Impuesto Global Complementario para la compra de viviendas DFL2. “Por ejemplo, las personas que quieren comprar una propiedad nueva de 4.500 UF con entrega inmediata y cumplen los requerimientos, pueden postular al FOGAES, optar al subsidio tributario transitorio y rebajar de su renta bruta imponible anual, los intereses efectivamente pagados durante el año calendario por el crédito hipotecario”, detalla.
Otro beneficio importante y que no hay que dejar de considerar, según la ejecutiva, es la rebaja de contribuciones por 10 años para todas las personas que compren hasta dos viviendas DFL2 nuevas, independiente del tramo de renta.
Desde el sector inmobiliario
Las inmobiliarias, por su parte, también han creado beneficios para sus clientes finales e inversionistas. “Desde nuestro punto de vista, no hay uno mejor que otro. Lo importante es investigar para elegir el más conveniente según la realidad de cada persona”. Entre ellos, destaca:
Opciones de salida: Están orientadas a dar más tranquilidad frente a un posible desistimiento, “evitando que el comprador deba pagar multas o pierda el ahorro abonado en caso de que su situación financiera o laboral cambie antes de promesar o escriturar”, recalca la ejecutiva de Siena, detallando dentro de ellas, la garantía de cesantía, la cesión de promesa o la devolución del pie sin multa en caso de que el banco no apruebe el crédito para la compra de un departamento acogido a FOGAES.
Crédito directo al Pie: Para quienes quieren invertir hoy, pero aún no tienen todo el ahorro, esta es una herramienta que están entregando recientemente las inmobiliarias para pagar el pie o parte de él en varias mini cuotas. “En Siena, por ejemplo, recién estamos entrando al mundo del financiamiento con dos proyectos, donde es posible optar al pago de un 5% del pie al contador y el otro, en 48 cuotas sin interés”, explica del Río.
Por último, Ana María del Río, recomienda ordenarse financieramente antes de cotizar un crédito en cualquier banco o institución, lo que ella llama “ponerse FIT” para tener obtener las mejores condiciones posibles y que una buena oportunidad para hacerlo es través de la garantía estatal extendida del FOGAES, que permitirá fusionar y refinanciar las deudas y obligaciones crediticias con tasas más bajas, incluyendo la de los hipotecarios.
