La ministra del Interior, Carolina Tohá, salió al paso de la polémica tras acuñar el concepto de “usurpaciones pacíficas” al presentar el veto del Gobierno sobre la Ley de Usurpaciones, reconociendo que se equivocó en el término, porque “si alguna vez se me salió, fue porque se me salió no más”.

En conversación con radio Agricultura, la secretaria de Estado respondió a las críticas hechas por el presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Felipe Kast (Evópoli), quien apuntó a que el Gobierno busca ponerse al lado de los delincuentes al vetar la ley.

“Es totalmente falso (…) Es un típico recurso para debatir sin ir al fondo del asunto. Esta es una Ley con el veto incluido que va a elevar la posibilidad de sancionar, perseguir, inhibir las usurpaciones de manera sideral. Hoy una usurpación es una falta, no un delito y con la nueva ley va a pasar a ser un delito en todas sus formas”, explicó.

La jefa de gabinete planteó que actualmente la ley permite a las policías actuar en las primeras 12 horas, pero con la nueva “como se transforma en un delito permanente, las policías van a poder actuar en cualquier momento, sin necesidad de pedir una autorización al juez”.

“Hoy la usurpación no se pude detener, como no es un delito, se les puede sacar del predio donde están, pero se les tiene que dejar libres. En la nueva ley, en cualquier tipo de usurpación se va a poder detener”, sostuvo.

Tohá indicó que “así como en el veto nosotros graduamos las penas para todos los distintos tipos de usurpación, desde la más violenta a la menos violenta, en toda la gama, hay disponible para el juez la posibilidad de cárcel y en toda la gama hay posibilidad de prisión preventiva”.

En cuanto a la posición del Gobierno con la ley de usurpaciones es la de “ponerse del lado de las personas que sufren una usurpación y entregar una ley moderna, eficaz, que permita perseguir este tipo de delito, adecuándonos a sus distintas expresiones. No es lo mismo cuando alguien entre amenazando a un lugar a cuando una familia que no tiene una casa se instala a dormir en un sitio”.

Respecto al término de usurpación violenta y una no violenta, la secretaria de Estado dijo que “si se hace esta usurpación sin amenazar a nadie, sin herir a nadie, sin romper nada, sin generar daños en las cosas pasaría a ser una usurpación no violenta, ese es el término correcto, no pacífica”.

“Está cometiendo un delito, en ese caso los pueden detener, en ese caso los pueden desalojar del predio en cualquier momento y la pena va a ser cárcel o multa a juicio del juez”, mencionó.

En cuanto a que las usurpaciones son violentas, la ministra precisó que “es violentar el derecho de una persona, por cierto, pero no es lo mismo hacerlo dañando gente, rompiendo cosas que hacerlo sin generar ningún daño físico o humano. El término correcto es usurpación no violenta, yo nunca he querido acuñar el término pacífica. Si alguna vez se me salió fue porque se me salió no más”.

“Una usurpación no violenta es un caso rarísimo, eso significa que no se rompió nada, que no tocaron una puerta, que no amenazaron a nadie, es realmente un caso muy excepcional”, remató.