En medio de la delincuencia desatada, balaceras diarias, ajusticiamientos entre bandas rivales, que se roben los bronces de edificios no llama la atención, pero que se roben las manillas y otras aplicaciones de bronce de las puertas de acceso del edificio del Congreso Nacional dee Santiago y que cuenta con resguardo de carabineros todo el día, debiera a lo menos llamar la ateción de las autoridades encargadas de la seguridad y por cierto de la alcaldesa de Santiago.
La administración del inmueble estampó una denuncia ante la Primera Comisaría de Carabineros y se rotuló como «robo en lugar no habitado» e indagará la Fiscalía.
Las pesadas puertas de madera de acceso al Senado por calle Morandé -entre Compañía y Catedral-, están sin manillas porque simplemente se las robaron los que «juntan» bronce para venderlo al kilo, porque valor artístico no tenían, eran más bien ordinarias (muy corrientes).
En las compraventa de metales y fierros el precio del kilo de bronce oscila entre los $3.000 a $3.800.-
No se extrañe si un día pasa y ya no está Bernardo O´Higgins frente al Ministerio de Defensa, seguramente se lo llevaron para venderlo al kilo y nadie se dará cuenta.