El Gobierno de Suecia estudia ya que las Fuerzas Armadas colaboren con la Policía para contener la ola de violencia atribuida a bandas criminales, después de que sólo este mes hayan muerto asesinadas más de una decena de personas, la última de ellas una mujer víctima el jueves de una explosión.
Para «derrotar a las pandillas», el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, promete actuar con «todos los recursos necesarios». «Todo está sobre la mesa», advirtió en un discurso a la nación el jueves con el que pretende calmar la creciente preocupación ciudadana por la escalada de incidentes.
También ha planteado una posible reforma legal, asumiendo que las normas actuales «no están diseñadas para guerras de pandillas y niños soldado», informa la cadena SVT. El dirigente conservador espera que el resto de partidos con representación en el Parlamento respalden las medidas en ciernes, que prevén un endurecimiento de penas y cambios también en materia migratoria.
El jefe de la Policía, Anders Thornberg, ha admitido que no parece que esta ola de ataques vaya a disminuir a corto plazo, habida cuenta de que de se están alcanzando niveles inéditos de «actos de violencia de tipo terrorista». Sobre la posible colaboración con las Fuerzas Armadas, ha aclarado que, de ser así, será la Policía quien mantenga la responsabilidad en materia de seguridad.