En el marco de la Conmemoración de los 50 años del Golpe Militar, a solicitud de las bancadas del oficialismo, este miércoles se realizó en la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados un homenaje a los legisladores Vicente Atencio (PC), Carlos Lorca (PS) y Luis Gastón Lobos (PR), todos parlamentarios en ejercicio para el 11 de septiembre y detenidos desaparecidos, mientras que en las tribunas asesoras y asesoras exhibían fotos de los legisladores a la vez que voceaban “justicia, verdad, no a la impunidad”.
Respecto a este homenaje, la expresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, diputada Lorena Pizarro sostuvo “nos faltan tres, nos faltan tres compañeros diputados detenidos desaparecidos, hombres que soñaban con un mundo más justo, con mayor justicia social”.
La parlamentaria criticó duramente a las parlamentarias y parlamentarios que no se quedaron en Sala durante el homenaje indicando que “en cualquier país del mundo las diputadas y diputados, aunque no fuesen de los partidos que fueron afectados por el exterminio, no me cabe la menor duda de que ellos y ellas se quedarían a rendir el homenaje, porque lo que está en juego es la construcción democrática, lo que está en juego es el nunca más”.
En cuanto a las actitudes negacionistas de la extrema derecha, Pizarro expresó que “el problema es que a 50 años hay algunos y algunas que se han atrevido a justificar el Golpe, y a justificar la violación sistemática de los derechos humanos. Yo me pregunto ¿en qué país piensan ellos vivir cuando el valor de el de al lado no es nada? ¿en qué país quieren vivir, cuando no les interesa que se hayan violado a mujeres con animales o hayan asesinado a niños y niñas?”.
Por su parte, el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch indicó que “es muy lamentable la actitud que hemos visto hoy día en la derecha, en la cual se ha ido acentuando un negacionismo, una relativización del horror que vivimos en nuestro país a partir del golpe militar. Ese golpe militar no puede ser separado de la violación a los DDHH que comenzaron en el mismo minuto en que comenzó el bombardeo a La Moneda, el asesinato de quienes estaban en su interior, la desaparición, la tortura de cientos y miles de hombres y mujeres en nuestro país. Uno esperaría que 50 años después haya un consenso nacional en rechazar en forma tajante y absoluta hechos de tal brutalidad”.
“Quiero ser muy claro, quien no condena el golpe militar, y la derecha no lo ha condenado y tiene un serio problema para condenarlo, se hace cómplice de aquel horror y de algún modo justifica que una acción de ese tipo pueda volver a ocurrir en nuestro país. Me parece inaceptable que a estas alturas se nieguen a firmar un compromiso después que el presidente ha hecho un llamado, que los ha invitado, que ha conversado con el expresidente Piñera, que ha buscado una reacción que sea una reacción unitaria y que sin embargo una y otra vez insistan en negarse. Creo que los retrata de cuerpo entero”, indicó.
Además, Hirsch agregó que “hace 10 años se habló de cómplices pasivos, hace 10 años incluso el presidente Piñera cerró el penal cordillera. Hoy día vemos una derecha en que lamentablemente se ha instalado con fuerza el negacionismo y la validación de lo que significó el golpe militar y las consecuencias horrorosas que tuvo para decenas y cientos de miles de chilenas y chilenos. Nosotros esperamos que recapaciten y que den una respuesta a la altura de lo que se requiere en un país que se dice democrático y que se dice respetuoso de los derechos humanos”.
Los cómplices civiles expuestos por los parlamentarios son Manfredo Mayol (gerente general de TVN y asesor de Dinacos), Ambrosio Rodríguez (asesor de la dictadura y procurador general), Raúl Hasbún (guía espiritual del dictador Augusto Pinochet y encubridor), Julio Ponce (receptor de empresas públicas), Sergio Diez (embajador de Chile ante las Naciones Unidas entre 1977-1982), Ricardo Claro (financista, desinformador y cómplice de las desapariciones), Sergio Onofre Jarpa (exembajador ante la ONU y exministro del Interior 1983-1985), Jovino Novoa (exsubsecretario del Interior 1979-1982) y Agustín Edwards (instigador y desinformador).
