Hablar de temas como éste no promueven conductas suicidas, sino que, al contrario, nos permiten darle nombre a situaciones que se pudiesen estar gestando y no hayan sido visualizadas aún.
«Crear esperanza a través de la acción» es el tema trienal del Día Mundial para la Prevención del Suicidio de 2021-2023. “El lema indica que nuestras acciones, sin importar su escala, pueden brindar esperanza a aquellos que lo están pasando mal”, declara la Organización Mundial de la Salud (OMS) ad-portas del 10 de septiembre, jornada en que cada año se busca centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado y crear conciencia, dando el mensaje de que el suicidio puede prevenirse.
Se calcula que anualmente se producen más de 700.000 suicidios en todo el mundo y Chile es el sexto país de América Latina y el Caribe con mayor alta tasa de suicidios con nueve por cada 100.000 habitantes, mientras que el promedio de la región es 6,2, según cifras del Banco Mundial. Los perfiles más afectados son los adultos mayores, las personas de la comunidad LGBTI y los escolares. “Antes de los 13 años, un 16% de los niños/as piensa que la muerte podría ser una solución a sus problemas familiares, escolares o con amigos”, explica Camila Rojas, psicóloga educacional y Coordinadora de Salvaguarda de los Colegios Cognita Chile. Esto indica que existen ciertos periodos del desarrollo en los cuales se pueden presentar mayores factores de riesgo “La conducta suicida en niños/as y adolescentes tiene características distintivas respecto de cómo ésta se presenta en la edad adulta. En niños y adolescentes existe una estrecha dependencia con el ambiente, lo que tendría importancia en la evaluación diagnóstica, en el pronóstico y en las estrategias de tratamiento”, complementa la especialista.
Señales de alerta
Los indicios suicidas en niños/as y adolescentes pueden ser de dos tipos, explica Gretchen Beiza: directos o indirectos. “Dentro de las primeros, se incluyen todas aquellas verbalizaciones o acciones que denotan que el estudiante está pensando, planificando o tiene pensamientos recurrentes de muerte (por ejemplo, en trabajos escolares, o dibujos con verbalizaciones, textos escritos o redes sociales). Las señales indirectas son aquellos comportamientos que denotan un problema de salud mental”.
SEÑALES DE ALERTA DIRECTAS
• Expresión verbal o escrita de suicidio o alta desesperanza.
• Presenta conductas autolesivas, tales como cortes, quemaduras o rasguños.
• Busca modos para matarse: búsqueda activa de medios para terminar con la propia vida en internet, accede a pastillas, armas de fuego u otros; planificación del medio y lugar.
• Realiza actos de despedida: cartas o mensajes en redes sociales, regala sus
pertenencias.
• Habla o escribe sobre: sentirse como una carga para otros o culpable de todo lo malo que sucede; amenaza con herirse o matarse; sentimientos de desesperación, de no ver alternativas
SEÑALES DE ALERTA INDIRECTAS
• Cambio en el comportamiento: aislado, retraído, irritable, desanimado. Alejamiento de familia y/o amigos.
• Depresión general, incluyendo un cambio en los patrones de sueño, pesadez y aletargamiento.
• Pérdida de apetito o comer en exceso.
• Disminución del rendimiento académico y de la habilidad para relacionarse con los demás.
• Incremento del consumo de alcohol y/o drogas.
• Abandono o descuido de sí mismo, deterioro de la autoimagen y autoestima.
• Sentimientos de ira o angustia descontrolada.
Para hablar de conducta suicida con los niños, no es necesario que éstos tengan una comprensión total del concepto de la muerte, el que se logra alrededor de los 9 años. “Desde un punto de vista de la prevención, una comunicación fluida es fundamental. Hablar de temas como éste no promueven conductas suicidas, sino que, al contrario, nos permiten darle nombre a situaciones que se pudiesen estar gestando y no hayan sido visualizadas aun”.
Asimismo, el cómo lo enfocan los colegios es un tema trascendental. “El trabajo debe hacerse a través de la promoción de factores protectores en salud mental y prevención de factores de riesgo a nivel psicosocial”, finaliza la psicóloga de Cognita.
