SANTIAGO, (Xinhua) — Aunque Chile está en la antípoda de China, un grupo de investigadores del país sudamericano busca potenciar la producción de la ciruela europea fresca para que llegue en perfecto estado a los destinos más lejanos como el mercado chino, donde este fruto ha ganado adeptos durante la última década.
La temporada pasada, el 98% de los envíos de la ciruela europea producida en Chile tuvo como destino China, con un volumen despachado de 31.000 toneladas, según el último estudio de la consultora «iQonsulting» con cifras proporcionadas por la Federación de Productores Frutícolas de Chile.
Aunque el mercado chino tiene un estrecho periodo de arribos, los precios promedios allí obtenidos han hecho cada vez más atractiva la venta en fresco de esta clase de ciruelas, que suelen presentarse en forma deshidratada, abundó el informe.
Para potenciar la producción de esta variedad de ciruela en fresco, un grupo de investigadores de la Universidad de O’Higgins ha trabajado durante tres años en el desarrollo de directrices tecnológicas para la producción de la pre y poscosecha de su variedad «D’Agen», a fin de alcanzar la máxima calidad y las condiciones óptimas para exportarla a mercados distantes.
La coordinadora del proyecto y doctora en Ciencia y Tecnología Agraria, Alimentaria y Ambiental, Karen Mesa, explicó a Xinhua que evaluaron el efecto aplicar diferentes prácticas de manejo de precosecha bajo distintas condiciones de huerto, para la regulación de la carga frutal y su efecto sobre el rendimiento del cultivo y la calidad de fruta.
«Se evaluaron también parámetros de madurez para la definición de índices de cosecha en fresco, que permitirá la toma de decisión por parte de productores o exportadoras de la ventana oportuna de cosecha», señaló.
La investigadora también detalló que evaluaron la poscosecha para observar el comportamiento de esta fruta bajo diferentes periodos de almacenamiento y garantizar la calidad y condición de las ciruelas exportadas «a mercados distantes y exigentes».
El tiempo de viaje de la fruta chilena a China, aclaró, va de 35 a 45 días.
«En general, la vida de poscosecha de las frutas destinadas para mercado en fresco depende del estado de madurez a cosecha. Este determina en gran medida el tiempo potencial de almacenamiento y su calidad sensorial final», indicó Mesa.
El cultivo de la variedad D’Agen representa el 95% de la superficie plantada de ciruela europea en Chile.
Esta variedad, que se comercializa en gran parte en formato deshidratado, destaca por la palatabilidad que le otorga el alto contenido de azúcar y otras cualidades que le permiten un buen proceso de secado.
Mesa puntualizó que el proyecto considera modificar el manejo que realizan los productores en los huertos, adaptado a facilitar la producción de ciruelas destinadas a deshidratado y no en fresco.
«Por otra parte, existe desconocimiento de cómo se desarrolla el fruto y cómo madura, lo que dificulta definir los parámetros de madurez óptimos para obtener fruta fresca de alta calidad. La exigencia del mercado en fresco no solo se basa en un alto dulzor, sino también en el tamaño o calibre de los frutos; desarrollo de color de cubrimiento; superficie de la piel coloreada de rojo, y baja acidez», agregó.
La investigadora comentó que el consumo de esta fruta reporta beneficios nutricionales, como prevenir problemas intestinales y estomacales, debido a su alto contenido de fibras, o reducir y regular los niveles de colesterol.