· En el contexto del Día Mundial de los Océanos, Veganuary celebra su campaña #ComeSinPeces 2023, que invita a las personas a eliminar los peces de su dieta, dejando en evidencia cómo la industria pesquera está arrasando con estos animales y con el ecosistema marítimo.
Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, para promover su protección y gestión sostenible. En este contexto, Veganuary, ONG que promueve el veganismo en el mundo, celebra una nueva versión de su semana #ComeSinPeces, campaña que busca visibilizar los efectos nocivos de la industria pesquera, que, mediante el uso excesivo de antibióticos y pesticidas, entre otros, conlleva riesgos tanto para la salud humana como para los diferentes ecosistemas.
Durante toda la primera semana de junio, Veganuary estará entregando información relevante a través de su sitio web y canales sociales, así como recetas y alternativas basadas en plantas que funcionan como sustituto del pescado, con el fin de concientizar a la población e invitarlos a eliminar estos productos de origen animal de su dieta.
Impacto de la salmonicultura
Según datos del Departamento de Estudios del Servicio Nacional de Aduanas de Chile, en 2022 se exportaron 751 mil toneladas de salmón y trucha, un aumento del 3,8% respecto al año anterior, posicionando al país como el segundo mayor productor de salmones en el mundo -después de Noruega-, y concentrando el 25% de la producción mundial y el 82% de las exportaciones de la región.
Pero ¿de qué manera esta industria está afectando los océanos y a los animales del mar? Según el último estudio de Seafood Watch en 2021, del Monterey Bay Aquarium, que cada cinco años realiza una evaluación de sustentabilidad de la industria salmonera en el mundo, la producción de salmones en Chile fue calificada con nota roja, debido al alto uso de antibióticos y escapes –que alteran la biodiversidad nativa-, recomendando incluso a los mercados internacionales evitar su consumo.
Un estudio de Oceana, sobre el uso de productos químicos y medicamentos en la salmonicultura en Chile, detalla que “los principales productos químicos y medicamentos utilizados en la salmonicultura -que pueden tener consecuencias negativas sobre el medio ambiente o la salud humana- son los desinfectantes, los antiincrustantes, los antibióticos y los antiparasitarios”. Esto conlleva una preocupación medioambiental y sanitaria, además de efectos nocivos directos sobre la fauna marina y la biodiversidad.
Mauricio Serrano, director de Veganuary Latinoamérica, comenta que “a través de esta nueva versión de la campaña mundial Come Sin Peces, queremos lograr que miles de personas tomen conciencia de que cada día, pueden ayudar a estos animales, al océano y a su propia salud, dado que, tomando la decisión de quitarlos de la mesa, dejarán de apoyar a una industria que está arrasando con nuestros mares y sus habitantes, como también perjudicando nuestro bienestar”.
Considerando los inminentes riesgos para la fauna marina y los océanos, hace casi dos años, Argentina se convirtió en el primer país en prohibir la explotación de la industria salmonera en la provincia de Tierra del Fuego. Este hito marcó un precedente para la protección de los ecosistemas y dejó en evidencia lo devastadora que puede llegar a ser esta industria.
¿Por qué eliminar los peces de tu alimentación?
Además de todos los efectos mencionados anteriormente para los océanos y los animales que habitan en ellos, la producción de salmones y diferentes especies marinas esconde una serie de hechos que muchas personas desconocen, y que pueden ayudar a cuestionar su consumo.
En primer lugar, el impacto medioambiental. La sobrepesca y la pesca ilegal están agotando las poblaciones de peces en todo el mundo. Además, prácticas como la pesca de arrastre, causan importantes daños en los hábitats marinos, lo que provoca la destrucción de los arrecifes de coral y la muerte de otras especies marinas.
En segundo lugar, la contaminación y toxinas. Los océanos están cada vez más contaminados y acumulan una serie de contaminantes químicos, tal como pasa con la industria salmonera. “Los pesticidas son utilizados para controlar plagas en diferentes rubros de la producción alimentaria y la acuicultura no es la excepción, existen diferentes investigaciones sobre su uso y su alto nivel de toxicidad en animales marinos de menor tamaño y en bivalvos, que afectan directamente a los ecosistemas locales. En humanos, en altas cantidades, puede ocasionar intoxicación con síntomas como cefaleas, vértigo, fatiga, náuseas”, comenta Juan Fuentes Bello, nutricionista especialista en alimentación vegetariana/vegana y nutrición deportiva.
En tercer lugar, la industria pesquera genera capturas accidentales y daños a la vida marina. La pesca comercial suele provocar la captura accidental de especies no objetivo, como tortugas marinas, delfines, aves marinas y tiburones. Estas capturas accidentales, conocidas como «bycatch» o «incidental catch», suponen una grave amenaza para la biodiversidad marina.
Teniendo en cuenta estos factores, la campaña #ComeSinPeces de Veganuary invita a las personas a replantearse el consumo de animales del mar. El nutricionista explica que el consumo de alimentos de origen vegetal sigue siendo el más sostenible e inocuo en comparación a los productos animales -marinos o terrestres-, considerando además que podemos encontrar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita en el reino vegetal.
“En mi opinión, siempre es importante considerar el impacto medioambiental y los aspectos éticos de los productos que seleccionamos para alimentarnos en el día a día, en la actualidad existe bastante investigación sobre las condiciones de hacinamiento por la alta densidad de cultivo de peces y su impacto tanto en los ecosistemas como también en el posible riesgo en la salud humana por el uso de antibióticos”, agrega Juan Fuentes.
Nutrientes
Desde el punto de vista nutricional, el consumo de pescado aporta omega-3 y vitaminas D y A (liposolubles) al organismo. El omega-3, especialmente su forma activa EPA y DHA participan en el desarrollo del sistema nervioso central y de la retina, especialmente en la etapa de embarazo y primera infancia, por lo que es importante asegurar su consumo en estas etapas.
Al llevar una dieta basada en plantas, es totalmente factible incorporar estos nutrientes a través de fuentes de origen vegetal. El especialista en alimentación vegetariana/vegana y nutrición deportiva comenta que “podemos incluir en nuestra alimentación fuentes vegetales de omega-3 como lo son las semillas de linaza y chía, junto con sus aceites, también nueces y aceite de canola”. El experto destaca que estas fuentes vegetales aportan ácido alfa linolénico (ALA), el cuál será transformado en nuestro organismo como EPA- DHA (las moléculas activas de omega-3). “Podemos cubrir nuestros requerimientos de EPA y DHA consumiendo 1-2 cucharadas de semillas de linaza o chía, 1-2 cdas de aceite de linaza o chía o 4 unidades de nueces.”, detalla.
Por otra parte, la fuente principal de vitamina D es la síntesis propia del organismo luego de la exposición de rayos UV, por lo que exponernos a la luz solar por 10 a 20 minutos al día nos ayudará a cubrir nuestros requerimientos. Respecto a la vitamina A, el especialista señala que podemos encontrarla como Betacaroteno en las frutas y verduras de color naranjo como zanahorias, camote, mangos, zapallo, entre otras.