Mientras en Chile se guarda oficial silencio (se hace el loco) ante el avance de la crisis económica mundial, con una China que ya no puede comprar todo el cobre y que ha significado que el metal rojo pierda casi medio dólar en los últimas semanas (Hoy cerró en US$359 la libra), a deuda norteamericana, las crisis ne bancos locales en EEUU y la silenciada crisis bancaria en China, dan cuenta que la economía mundial está en crisis cuestión que en Chile se desconocer o más bien se evitar reconocer con un tozudo ministro de Hacienda, Mario Marcel (proPS) dice que todo va bien y mejorando aunque el propio Banco Central le dio un mazazo en la cabeza al ministro con la decisión del Consejo del Banco Central de Chile acordó activar el Requerimiento de Capital Contracíclico en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, exigible en el plazo de un año. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros, ante la incertidumbre en la economía mundial y le pedirá a la banca local tener más previsión de reservas. Es la primera vez que esto ocurre desde la pandemia del coronavirus, que había provocado una caída del PIB en el primer y segundo trimestres de 2020. Y todo lo anterior se ratifica con el anuncio oficial de Alemania que reconoce haber entrado en la temida recesión.
La economía alemana se contrajo en el primer trimestre del año un 0,3 %, según los datos definitivos publicados este jueves (25.05.2023) por el departamento federal de Estadística (Destatis), por lo que entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Estas cifras corrigen las provisionales anteriormente difundidas por ese departamento, que apuntaban a un estancamiento del producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo de 2023, después de la caída del 0,5 % que se había registrado en el último trimestre de 2022.
«Tras la contracción reflejada con el final de 2022 se registró otro trimestre en negativo», constató la presidenta de Destatis, Ruth Brand, en un comunicado.
La contracción del PIB se produjo como efecto de la caída del consumo derivada de la inflación, que aunque empezó a contenerse, tras alcanzar picos máximos en octubre por encima del 10 %, se situó en abril en un 7,2 % interanual.