El Presidente Gabriel Boric participó este jueves en el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) 2023, destacando la disposición del empresariado para alcanzar acuerdos que permitan llevar adelante las reformas de su Gobierno y no dejarse llevar por los prejuicios.
“No podemos ser ingenuos, no todos los sectores políticos están en esa disposición. Por eso, valoro muchísimo que acá se exprese esa conexión en la divergencia. No me cabe ninguna duda de que con ese espíritu lo vamos a poder sacar adelante”, dijo el mandatario.
En ese sentido, señaló que un “gran ejemplo de cómo avanzan los países” fue la aprobación del proyecto 40 Horas.
Al respecto, precisó que ese proyecto “fija una ruta, que vamos a tener que dialogar para poder sacar adelante las reformas, en donde nadie va a conseguir el 100% de lo que era su posición inicial. Pero por el bien de Chile, como decía Karen y Ricardo, debemos ponernos de acuerdo”.
“Todos vamos a tener que ceder respecto a nuestras posiciones iniciales (…) creo que es muy relevante el insistir en que en una democracia los caminos para llegar a acuerdos son quizás más ripiosos, más difíciles, un poco más lentos, pero valen la pena. La democracia vale la pena”, mencionó.
Agregó que “soy una persona de diálogos y de acuerdo, por eso no nos dejemos llevar por los prejuicios. Por mi trayectoria y por mis ideas sé que en muchos de ustedes puedo despertar suspicacias, y reconozco que yo también las tengo respecto a ustedes. Pero en este primer año de gobierno he podido confirmar que hay algo que, independiente de cualquier diferencia, nos une y nos permite trabajar juntos: es el amor profundo hacia nuestro país”.
“Mi generación y nuestro gobierno no somos personas que estamos movidas solamente por el poder o por el romanticismo voluntarista que es ajeno a las necesidades de la economía y de la empresa”, aseguró.
Afirmó que “hemos evitado la crisis económica que muchos anunciaban y la economía se está recuperando con un admirable equilibrio fiscal. Es el esfuerzo de todo el Gobierno y la gestión del ministro Marcel”.
Incluso, su tiempo le dio para una reflexión al indicar que “¿hemos aprendido? Obvio que sí, hemos aprendido en el camino. ¿Hemos tenido que corregir? Por supuesto. Hay quienes nos acusan que ello, el corregir, el reflexionar respecto a los actos propios, sería una inaceptable muestra de cambio de opinión”.
“No me imagino que ustedes, en sus empresas, confíen en ese tipo de liderazgo, en liderazgos mesiánicos. La política, y el liderazgo en todas sus formas, es el arte de la porosidad, de escuchar y aprender de quien piensa distinto. Del diálogo del acuerdo, de encontrar los puntos mínimos comunes”, sostuvo.
El jefe de Estado añadió que “¿tendría más credibilidad una autoridad que embista tozudamente contra la realidad, aunque eso lleve al país por un mal camino? La inflexibilidad es la vocación del fanático, del profeta, del mesías y yo no soy ninguno de ellos”.
Por tal motivo, expresó que “seguiré apostando por un diálogo honesto, sin prejuicios, los avances son posibles si salimos de nuestras trincheras. Los partidos de oposición demandaron más espacios de escucha, pero aún no se sientan a la mesa”.