A raíz de la dramática situación que se está viviendo en la frontera de Chile y Perú, el alcalde de Arica Gerardo Espíndola, puso en marcha un decreto de emergencia migratoria, en respuesta a la crisis humanitaria que está golpeando al territorio ariqueño y que afecta a familias con bebés, niños, niñas y personas mayores que quieren salir de nuestro país y no pueden hacerlo.
“Vamos a disponer de colaciones, artículos de aseo, pañales, bloqueadores solares y kits de infancia, para ir en apoyo, especialmente, de las personas más necesitadas, que son los niños, las niñas y personas mayores que tienen enfermedades, y que su destino no es Chile, sino que es llegar a Venezuela”, dijo la autoridad comunal.
De esta forma, desde hoy jueves, equipos municipales se están desplegando en la frontera para hacer un levantamiento del Plan Migratorio de este grupo de personas. Además, la estrategia servirá para obtener información sobre su situación de salud y una serie de otros elementos.
“Es fundamental la coordinación entre los servicios públicos. Por eso, sostuve una reunión con el delegado presidencial para saber qué labores están adoptando ellos, y luego hacer todas las acciones que se requieran”, señaló.
Además, el municipio coordinará con organismos que trabajan con la población migrante, con el objeto de gestionar otro tipo de ayuda, por lo que “vamos a actuar con la rapidez que requiere esta situación tan crítica que afecta a las personas que están varadas en la frontera”.
Corredor humanitario
Asimismo, el alcalde ariqueño cree que la situación se va a agudizar por la declaración de estado de emergencia y la militarización de la frontera peruana anunciada por el Gobierno de dicho país, por lo que insistió en el corredor humanitario para resolver el problema.
“El corredor humanitario es fundamental, es clave. Es la forma que tenemos para terminar con esta crisis humanitaria a la que he llamado migración de contraflujo. Porque no es el flujo de migrantes que viene desde Venezuela al sur, sino que es de los migrantes que vienen de los países del sur y que quieren llegar a Venezuela. Y este proceso tiene que ser ordenado y seguro”, indicó Espíndola.
Agregó que “las personas tienen que salir de estos países y llegar directamente a Venezuela. Deben salir en buses custodiados por las policías de cada país para que no se vayan quedando en los países en tránsito, sino que lleguen directamente a Venezuela. Y esto que sea financiado con recursos de organismos internacionales, como las Naciones Unidas”.
En esa línea, la Municipalidad de Arica trabaja en el levantamiento de un catastro para identificar a las personas que están varadas en la frontera. Este trabajo permitirá saber si efectivamente el destino de estas personas es Venezuela.