La escasez de conductores para flotas de camiones está impulsando a pasos agigantados el desarrollo de la tecnología necesaria, para contar con camiones de conducción autónoma hacia el año 2030, lo que podría generar un círculo virtuoso para conductores y empresas vinculadas al transporte terrestre.
Tanto en Chile como a nivel mundial, se está viviendo desde hace unos años una escasez preocupante de conductores de camiones, lo que está afectando gravemente las cadenas de suministro de diversas industrias, lo que genera inevitablemente un efecto dominó en las economías producto del desabastecimiento de bienes esenciales para mantener en marcha los negocios locales. Sólo a nivel nacional la falta de conductores es de aproximadamente 25.000 siendo la Región del Biobío el punto de concentración con 10.000 a 15.000, de acuerdo a datos del rubro, en un país donde el 95% de la carga se transporta a través de camiones.
“La escasez de conductores ha alcanzado niveles récord y estos son una clara amenaza para la fluidez de las cadenas de suministro. Esto está poniendo a las economías y comunidades ya estresadas en un mayor riesgo de inflación, problemas de movilidad social y colapso de la cadena de suministro. La solución a la escasez de conductores seguramente requerirá un aumento salarial y la adopción de camiones autónomos, lo que conllevará cambios regulatorios, lo que hasta ahora sólo ha ocurrido en Alemania y que por el momento se ven muy lejanas en Chile, ya que como país nos cuesta pensar de manera integral en la adopción de tecnologías a nuestra realidad, especialmente desde el ámbito jurídico”, señaló Mario Yáñez, gerente general de GPS Chile.
Según la American Trucking Associations de Estados Unidos, 2030 sería el año en que muchas empresas tecnológicas autónomas lograrán que sus plataformas estén maduras y listas para ser lanzadas con el objetivo de ser utilizadas de manera masiva. Con ello, los conductores se podrán concentrar en habilidades y tecnologías de alto nivel en torno al control de misiones y al servicio y mantenimiento de camiones autónomos, por lo que espera que esta tecnología haga que la industria sea más atractiva para trabajar para los jóvenes, uno de los factores que hoy día juega en contra de esta profesión.
“Sin embargo, pasará mucho tiempo antes de que la inteligencia artificial pueda manejar todos los aspectos de la logística. Inicialmente, es probable que los camiones autónomos se utilicen para viajes de larga distancia, pero la distribución de última milla a tiendas y clientes se llevará a cabo con conductores humanos. Esto, ya que los conductores tendrán que manejar los camiones tanto al momento de entrar o salir de una ciudad. Pero antes de que eso ocurra en nuestro país, lo que va a tomar más tiempo que en países desarrollados, por ejemplo, es importante incorporar tecnologías ya existentes como las que ofrecemos nosotros, que ayudan a facilitar la conducción de los choferes, como la solución “copiloto virtual” la que los asiste durante todo el trayecto de su ruta, ante peligros en el camino o posibles episodios de fatiga que pueden desencadenar accidentes innecesarios», afirma Yáñez.
Para el funcionamiento exitoso de esos vehículos ha sido clave la aplicación conjunta de tecnologías como el control de crucero controlado por GPS (sistemas de posicionamiento global), “algo que ya estamos ofreciendo con soluciones de gestión y control de flotas que se basan en la localización satelital gracias y que permiten transmitir de forma remota: posición geográfica, velocidad de desplazamiento y dirección, así como información asociada a periféricos (sensores, ayudantes de conducción y telemetría de motor, entre otros). La información recopilada por los dispositivos GPS es almacenada y procesada para ponerla a disposición de nuestros clientes desde distintas plataformas”, dice Yáñez
A este tipo de tecnología, los camiones autónomos suman radares, lidares, sonares, los sistemas de asistencia al conductor como el frenado de emergencia (EBA), odometría y el desarrollo de softwares de inteligencia artificial para poder reconocer, procesar e interpretar las señales en la ruta y así simular las habilidades de conducción de un ser humano.
“Esto haría que esta tecnología pueda ayudar a transformar al transporte de carga en una industria más segura, ya que el 80% de los accidentes se debe a factores humanos, como también la transformaría en una más sustentable, ya que los camiones autónomos podrían ser utilizados en horarios donde haya menos congestión, movilizándose a velocidades más estables y menores, lo que conllevaría un ahorro importante en combustible”, agrega Yáñez.
Al mismo tiempo, la oportunidad de contar con camiones autónomos, por la tecnología que utilizarán, transformarán la industria en uno mucho más seguro. “Un claro ejemplo de aquello es lo que ha ido ocurriendo con los años con la aeronáutica comercial, la que actualmente tiene índices muy bajos de accidentabilidad, lo que va en beneficio de las tripulaciones y de los pasajeros, debido a la incorporación de tecnología sofisticada en los aviones, que ayuda y asiste a los pilotos durante los vuelos. Algo de lo cual también nos preocupamos como compañía, al ofrecer la tecnología de “tercer ojo”, la que reconoce y advierte al conductor en cabina de probables choques frontales con peatones, distancia de seguridad con el vehículo delantero, excesos de velocidad, salidas de pista involuntarias”, finaliza Yáñez.