Este miércoles, sin duda un miércoles negro para el Presidente Boric que ha tenido que nominar a regañadientes al postulante a Fiscal Nacional que deberá ser ratificado por la segunda institución menos confiable del país como es el Congreso y el Senado en particular (Encuesta CEP 4 enero 2023).
Así, en medio de ruido de acusaciones constitucionales, quiebre en el equipo político, y criticas de todos los sectores, el Mandatario -seguramente muy presionado por los fácticos que controlan los partidos- optó por designar al abogado Ángel Valencia que tiene la particularidad de tener buenas relaciones a ambos lados del arco político.
El historial de Valencia y su cercanía al mundo político militante se remonta a su tiempo de estudiante de derecho donde trabó amistad -hasta hoy- con Álvaro Elizalde (PS) con quien es compadre y ambos son padrinos de sus hijos; además es yerno del fallecido exdiputado RN Juan Enrique Taladriz; como abogado de políticos su currículum es contundente: En el caso de corrupción Publicam fue inscrito como abogado pero no tuvo participación en el litigio, también fue abogado del expresidente Sebastián Piñera en una artista de SQM. Defendió a Miguel «Negro» Piñera en una causa por conducir en estado de ebriedad y fue abogado asesor de la bancada de senadores de Renovación Nacional.
Los pasos en el Senado
Ahora Ángel Valencia tendrá que pasar el rito del «besamanos» a Sus Graciosas Señorías y en particular -aunque no es vinculante- la Comisión de Constitución integrada por 5 senadores, deberán redactar un informe en el que recomendarán a la Sala ratificar o rechazar el nombramiento. Este trámite está en manos de Alfonso De Urresti (PS), Pedro Araya (IND), Matías Walker (Demócrata), Rodrigo Galilea (RN) y Luz Ebensperger (UDI) y en general ellos ya han manifestado su apoyo a Valencia, por lo que tiene la mitad de la carrera ganada.
Es importante destacar que Ángel no es un ángel del gusto de las ministras de justicia, Interior y menos de la poderosa «Toti», pero dada la compleja situación en que está el Gobierno, a Boric no le quedó otra que hacer la genuflexión y aceptar el favorito de parte de Sus Graciosas Señorías y de Elizalde en particular.