La ministra de Justicia, Marcela Ríos, salió a defenderse del segundo fracaso en el Senado ante el rechazo para Fiscal Nacional de la carta del Gobierno, Marta Herrera, afirmando que no ha pensado en renunciar a su cargo a pesar de la petición de algunos legisladores como el UDI, Iván Moreira, y reafirmó su posición de continuar en las negociaciones para poder aprobar el nuevo nombre del reemplazante de Jorge Abbott.
“Nosotras como ministras seguimos a cargo de este proceso y trabajando en todos los temas que están bajo nuestra responsabilidad”, señaló la ministra en un punto de prensa que realizó junto a la titular de la Segpres, Ana Lya Uriarte, en La Moneda.
En ese sentido, explicó que “nosotras hemos hecho un amplio proceso de diálogo y muchos senadores fueron explícitos en su análisis de lo que había pasado”.
Agregó que “las palabras de los senadores que concurrieron con su voto fueron muy elocuentes respecto de la evaluación. Esta es una responsabilidad compartida, nosotros presentamos candidaturas y el Senado tiene que ratificar o no a la persona”.
Ríos insistió en que se han realizado todas las conversaciones de forma sistemática, respondiendo a algunos senadores que cuestionaban la falta de diálogo previo, indicando que “ningún candidato tenía todos los votos de todas las bancadas y es imposible cuando tanta dispersión y diferencia de opiniones”.
“Pueden observarlo en ambas votaciones que tuvimos votos de distintos sectores ayer y la primera votación. También quiero decir que es imposible en eso poder darle en el gusto a todos y cada uno de los senadores”, explicó la titular de Justicia.
Respecto a su permanencia en el cargo, Ríos dijo que “nuestros cargos como Ministras de Estado están siempre a disposición del Presidente de la República. El Presidente está siempre evaluando nuestro trabajo y por supuesto que seguiremos cumpliendo nuestro trabajo hasta que el Presidente de la República lo considere pertinente”.
Asimismo, respondió a los cuestionamientos de que ante un segundo rechazo quedó debilitado el Gobierno, indicando que “lo que se debilita y lo que nos preocupa es la capacidad del Estado de perseguir el delito, eso es lo que está en cuestión. Este no es un gallito político, acá no estamos en pequeñas rencillas respecto a infringirle una derrota al Poder Legislativo”.