viernes, noviembre 22, 2024

En Chile más de 77 mil personas viven con VIH, pero más de 16 mil no recibe tratamiento

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Según datos del Instituto de Salud Pública del Ministerio de Salud, desde 2018 existen más de 6.000 casos nuevos del virus, con un aumento en jóvenes entre 15 y 29 años.

Año tras año, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el VIH-SIDA, las comunidades y organizaciones de todo el mundo se reúnen para generar conciencia acerca de esta enfermedad y de todas las personas cuyas vidas se han visto afectadas por ella. El VIH no tiene síntomas, por lo que el testeo es fundamental para frenar la cadena de transmisión, y para que las personas diagnosticadas inicien un tratamiento con rapidez y mayor eficacia. De acuerdo a los datos proporcionados por el Ministerio de Salud, desde 2011 se ha dado un aumento significativo en los casos, a excepción de los 4.446 casos confirmados en 2020, debiendo considerar que, durante la pandemia, hubo una reducción de exámenes, y en consecuencia, de diagnósticos confirmados.

Los datos de 2022 relevados hasta el momento, correspondiente al primer semestre del año, dan cuenta de 2.798 nuevos casos, de los cuales el 83% de los casos diagnosticados son hombres, manteniendo la proporción de periodos anteriores. Respecto a las edades, se ha observado que el grupo de 20 a 29 años posee las tasas más elevadas de casos por 100 mil habitantes, mientras que el grupo de 30 a 39 años es el que muestra el incremento más acelerado. En las últimas cifras, ambos grupos representan el 70% de los nuevos casos confirmados entre enero y julio de este año.

Como bien es sabido, la transmisión de la enfermedad se puede dar, principalmente, a través de relaciones sexuales de cualquier tipo sin preservativo; pero también al compartir agujas, jeringas, máquinas de afeitar, alicates, piercings, o a través del parto o la lactancia si la persona embarazada es vive con VIH y no se tienen en cuenta los cuidados necesarios. Es de suma importancia también conocer y entender que una persona que vive con VIH, en tratamiento e indetectable, no transmite el virus. El tratamiento antirretroviral evita que el virus se replique y disminuye así su cantidad en sangre hasta niveles que no pueden ser detectados por análisis convencionales, controlando de forma efectiva la propagación y mejorando significativamente la calidad de vida de las personas que portan la enfermedad.

Para 2030, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) junto con los países que forman parte, se comprometieron a alcanzar los objetivos 95-95-95, que buscan que el 95% de las personas que viven con el VIH estén diagnosticadas, que el 95% de las personas diagnosticadas con el VIH reciba terapia antirretrovírica continuada, y que el 95% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tenga supresión viral. Si bien las últimas cifras entregadas por ONUSIDA en 2021 dieron cuenta de un cumplimiento del 91% del primer pilar de metas 90-90-90 para el periodo 2016-2020, se estima que aún existen 16 mil personas que, si bien han sido diagnosticadas, no se encuentran bajo un tratamiento antirretroviral. Para el tercer pilar, se estima que un 90,7% de las personas bajo tratamiento son indetectables.

Aun así, y a pesar de los esfuerzos llevados adelante, el VIH continúa siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial, por lo que esta fecha es una oportunidad para reconocer los avances realizados en términos de tecnología, innovación y salud. Estos continúan permitiendo a las personas vivir con la enfermedad como una condición crónica manejable y trabajar en conjunto con funcionarios de salud pública, defensores de la comunidad, investigadores y prestadores de atención médica para encontrar nuevas formas de abordar las desigualdades en la atención del VIH en todo el mundo.

En Chile, son múltiples actores los que se han comprometido en la acción integral de concientización, prevención, información, control y tratamiento del VIH, enfocados principalmente en la detección temprana a través del testeo, el uso de métodos de prevención del VIH e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), el tratamiento antirretroviral y en políticas de no discriminación y protección de la vida privada de las personas que viven con VIH.

La “interiorización del estigma”, que sucede cuando una persona absorbe las ideas negativas y los estereotipos sobre las personas con el VIH y comienza a aplicarlos a sí misma, puede producir sentimientos de vergüenza, miedo a que se sepa, aislamiento y desesperación, resultando en que esa persona no se testee ni reciba tratamiento para el VIH. Asimismo, la combinación de falta de conocimiento e información junto con la existencia de suposiciones produce en la sociedad un aumento en el miedo a contraer VIH, ya que son muchas las personas que aún lo asocian a una infección que contraen solamente ciertos grupos de personas, llevando a que se hagan juicios de valor negativos sobre las personas que viven con el VIH.

En ese sentido, y desde hace 35 años, Gilead trabaja activamente en pos de hacerle frente a la discriminación por el VIH, el cual afecta el bienestar emocional y la salud mental de las personas que viven con VIH. La compañía ha ayudado a transformar la enfermedad a través de medicamentos innovadores y asociaciones comprometidas, colaborando así para ampliar el acceso a las pruebas y el tratamiento, mejorar la educación de todas las personas afectadas, y combatir el estigma y la discriminación al incentivar a que cada uno de nosotros genere un cambio positivo en sus familias y comunidades.

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